Cuando las clases del día terminan, los pasillos quedan vacíos y el silencio se adueña de la Escuela Normal, comienza una nueva historia, la de la Orquesta Escuela Maestro Montivero.

Escribe Patricia Espeche – PUENTE ALADO                                              22/03/16


Es que allí se encuentran por las tardes niños y jóvenes amantes de la música para tocar sus instrumentos. Aprenden técnicas y ensayan las más variadas piezas de la música popular.

Algunos tocan cuerdas (violines, violoncelo, viola y bajo electrónico), otros tocan vientos (trombón, trompeta, tuba, cono francés), y otros prefieren  instrumentos como la flauta traversa, el saxofón, el clarinete o la percusión.

La Orquesta Escuela está dividida, en agrupaciones específicas: la Orquesta Juvenil y otras para los más pequeños como “Las Luciérnagas” y “Crescendo”.

Abordan un repertorio que va desde la música argentina hasta la música clásica y de películas.

“Los clásicos populares son los favoritos de los chicos”, cuenta el director de la Orquesta Juvenil, Daniel Maldonado.

En la actualidad, más de cien alumnos asisten a la Orquesta – escuela que comenzó hace seis años con los primeros 8 integrantes.

“Desde los siete años, pueden venir los niños y comenzar con una iniciación musical. A partir de los ocho, ya pueden aprender un instrumento específico”, explica el director institucional de la Orquesta, Roberto Maldonado.

El desafío de crecer

Durante nuestra visita a la Orquesta Escuela, alumnos y profesores compartieron con nosotros sus sueños y expectativas.

“En todo movimiento artístico cuesta mucho llevar adelante un proyecto así”, confiesa Roberto.

Entre las cosas que más cuestan, figuran por ejemplo, la adquisición de nuevos instrumentos. En ese sentido, el director de la Orquesta Escuela profundiza: “Tenemos los que nos dio el Estado cuando comenzamos con veinticinco chicos. Hoy hay más de cien alumnos (…) Es difícil tener tantos chicos y pocos instrumentos. El alumno que no está en contacto directo con el instrumento todos los días, termina abandonando”.

Sin embargo, más allá de los desafíos que se presentan, alumnos y profesores disfrutan mucho el tiempo compartido.

“Siempre me divierto. Acá paso casi todos los días del año. Es una parte de mi vida”, dice Geraldine, alumna de Percusión.

“La orquesta es como mi segunda familia porque más allá de la enseñanza, el buen trato entre profesores y alumnos es grandioso”, agrega Fabricio, alumno de Barítono.

Cuando preguntamos por el futuro, la respuesta de Daniel Maldonado cae como fruta madura: salir de gira, tocar en grandes salas, fortalecer el semillero de artistas.

Ellos se animan a soñar. Nosotros, te invitamos a disfrutar de este video.

 

Edición de video Antonella Sánchez Maltese – PUENTE ALADO