Tomando la calle

El hip hop es una subcultura que emergió como movimiento alternativo para la auto-expresión y reflexión  donde la música, la danza y el arte visual, se conjugaron para brindar un mensaje a la sociedad neoyorquina de los 70, que oprimía y excluía a las comunidades de afroamericanos y latinos.

Escribe Magalí Jiménez – PUENTE ALADO                         03/02/2015


 Subteground surgió en el año 2013 a partir del interés de unos jóvenes riojanos con ganas de compartir esta compleja sub cultura en un lugar común, que sea de todos y a la vez de nadie, como lo es un paseo público.

En la entrevista en video hablamos con los B-Boys, quienes practican una de las cuatro culturas hip hoperas: El Break dance. Se trata del grupo “Revolución Extrema” que junto a los graffiteros, MC’s (maestros de ceremonia) y DJ’s participan de “batallas”, en las que se pone a prueba la capacidad física, creativa y verbal de los participantes.

Integran Revolución Extrema: Emiliano Miguel, Cristian Caballero, Brian Abeldaño, Gustavo Olea, Alejandro Withaker, Guillermo Lima, Maximiliano Gordillo y Emiliano Quintero.

Complementando la información, en el texto te contamos más sobre los MC’s y sus rimas.

El poder de la palabra

Una de las competencias más populares son las batallas de Mc’s, donde los oponentes se enfrentan a fuerza de improvisación, ritmo y por supuesto, rima. “Son batallas de conocimiento y batallas mentales, tratamos de contradecir lo que el otro dice. Es la rama poética del hip hop”, nos explica Novato.

En estos encuentros la palabra fluye con total naturalidad, es la que le da forma a las rimas, la que hace estallar al público presente cuando se convierte en golpe bajo, pocas veces se ausenta, siempre está presente en el ambiente de las gradas, aunque a veces sea sólo para rellenar. El verbo es el recurso principal que estos jóvenes emplean para hacerse oír y de a poco lo van logrando.

El Profesor Miguel  Molina, vio en esta forma de “jugar con las palabras”, una herramienta para concretar varios desafíos que se plantean en el marco de la enseñanza formal, que no pueden concretarse mediante los recursos convencionales. “Los chicos usan la palabra como herramienta para decir el mundo, desde su lugar, cuando rapean aprenden a argumentar, a escuchar el argumento ajeno y a contra argumentar, eso es algo que la escuela se muere de ganas de lograr”, nos confiesa el docente.

Esa revelación, fue la que lo llevó a acercarse a ellos. Les propuso revalorizar lo que hacen y propiciar otros espacios en los que puedan ser oídos, a cambio él descubre nuevas potencialidades en esta construcción cultural y aprende a decodificar el lenguaje del hip hop, “nos superan mucho en algunos aspectos.  Su mirada del mundo es creativa por eso componen, por eso bailan. Creo que estos jóvenes ven y saben la realidad”, concluye.