Turismo de bajo costo: 8 horas por la costa riojana

Podríamos darte un listado de todos los puntos que componen el recorrido de la costa riojana pero vamos a contarte, en detalle, los que elegimos visitar en este paseo que duró 8 horas reloj y que realizamos junto a turistas que visitaron nuestra provincia por primera vez.

El paseo por la costa riojana desde Capital tiene algunas ventajas: puede hacerse en un día, hay variedad de paisajes y distintas actividades para hacer.

Es una buena opción para los amantes de los viajes tranquilos y contemplativos. Salimos a las 09.35 am de la ciudad capital por RN 75, en dirección al Dpto. Sanagasta. El camino por la Quebrada todavía es angosto y las obras de la nueva vía en construcción resultan algo molestas a la hora de conducir. A medida que nos alejamos de la capital, nos adentramos a la montaña. Ingresamos al túnel y salimos a la luz con el dique “Los Sauces” a la vista. Ese cambio de aire y de paisaje pone de buen humor a lxs turistas que nos acompañan. Hacemos una primera parada para tomar fotografías en el mirador, y conocer algunas leyendas de la región.

El paseo es ameno, las rutas no son muy transitadas y están en buen estado, lo que nos permite contemplar el paisaje a una velocidad que promedia los 80 kilómetros por hora.

Llegamos a Sanagasta, la villa veraniega más cercana a la capital riojana, que nos ofrece varios recorridos. Las opciones son: Parque de los Dinosaurios, Parque de Las Brujas (donde se observan las Salamancas en la tierra), Tirolesa, Mercado Artesanal y Mirador de la Cruz. Como pensamos viajar todo el día y el calor no ayuda mucho a las actividades al aire libre, elegimos visitar el mercado artesanal. Allí encontramos productos regionales. Aceitunas preparadas y derivados del olivo, como pastas y aceites; vinos, dulces, postres, frutos secos y hasta yuyos de la región. También hay artesanías que incluyen desde souvenirs hasta cestería y algunos muebles. Madera, tejidos, cueros y otros materiales ocupan los espacios de exhibición.

Salimos del mercado y antes de abandonar Sanagasta paramos en el mirador para contemplar la villa. Es un buen lugar para tomar fotos.

Nos vamos. Los carteles indican los próximos destinos: Huaco -una opción más que interesante si pensamos en el río como antídoto al verano infernal-, pero este día no trajimos mallas y continuamos por la ruta con el auto un poquito apunado en cercanías a Pampa de la Viuda, pero aguanta bien los 30 kms por hora que logra el acelerador a tope.

A medida que el camino desciende, la velocidad sube y llegamos al Dpto. Castro Barros.

Las Peñas abre el camino de pueblitos a la vera de la ruta, con frutales a la vista y casitas pintorescas. Y seguimos… Agua Blanca, Pinchas… allí nos llama la atención un cartel que reza “A 200 mts. Artesanías y Tapices de Ramona Frescura”, es una parada que no podemos dejar de hacer…Queremos ver de primera mano, las creaciones de esta artista legendaria.

Es importante prestar atención a los carteles de lugares que llaman a ser visitados Porque aunque parezca que todo está demasiado tranquilo, podemos sorprendernos gratamente.

Pasamos por Chuquis, el “pueblo azul” de Ramón Navarro, gran referente del folclore argentino que creció en ese lugar de calles bautizadas con canciones. Visitar el Museo de Castro Barros en Chuquis también es una buena opción para lxs amantes de la historia; y el trekking hasta la Yacurmana (diosa del agua), ideal para quienes prefieren la aventura.

Entramos a Aminga y aquí viene el plato fuerte de nuestro paseo: “Visite la bodega de Aminga”.

Nuestros amigxs turistas están ansiosxs por conocer una bodega riojana y decidimos entrar.

Allí, el encargado de Promoción y Ventas, Daniel Vega, nos cuenta que en el 2012 se reabrió la bodega que había sido fundada a fines de los 40’ como parte del plan quinquenal del gobierno peronista; y cerrado en el 89’ por la hiperinflación. La apuesta de la bodega de Aminga en 2012, fue brindar al mercado de vinos, el “auténtico vino riojano”, lanzando la marca “Febrero” en sus tres variedades de tinto: Malbec, Cavernet y Bonarda; y el tan bien mentado vino blanco Torrontes riojano.

Las anécdotas se suceden mientras degustamos el vino junto a otrxs turistas alemanes que se unen a la visita. Sin darnos cuenta, son casi las dos de la tarde… lo que amerita un buen almuerzo.

“Me encantaron el vino y las historias de este lugar”, enfatiza Andrea, una turista oriunda de Bogotá, Colombia.

Subimos al auto y nos vamos directo al comedor del ACA en Anillaco, un lugar recomendado por conocedores de la zona. Efectivamente, la recomendación es buena. En promedio, con $250 se puede comer muy bien.

Luego de un sustancioso almuerzo, podemos contemplar tranquilxs el paisaje de Anillaco. Tiene color, plantaciones, bodegas, mercados, caballos, plazas… todo por una misma calle que parece terminar en el cerro. Y ni hablar de la pregunta obligada de cada turista que visita el lugar: “¿Dónde está la Rosadita?” (aludiendo a la casa del ex presidente Menem, cuya imagen aparece en murales y fotos de lugares impensados).

Paramos en “El Caudillo” un local de venta de productos regionales. Probamos algunas exquisiteces como dulce de aceitunas, patay y otros preparados en conservas.

Sin darnos cuenta del paso del tiempo, de repente son casi las 5 de la tarde. Decidimos volver a la Capital porque el cansancio ya se hace sentir.

Con mates y buena música emprendemos el camino más rápido y desviamos por Ruta 9. Cuando ya no esperamos ver mucho más, aparecen los molinos del Parque Eólico, tan imponentes a la distancia que podrían evocar tranquilamente algún pasaje del Quijote de la Mancha… una nueva y última parada es necesaria a esta altura del recorrido. “Lo había visto en las noticias pero nunca había visto un parque eólico personalmente”, nos cuentan Juan, un visitante que vino desde Buenos Aires.

Finalmente, por RN 38 regresamos a Capital.

Este es un viaje que puede hacerse en poco tiempo, con un presupuesto bastante accesible. Preferentemente recomendado para adultxs, amantes del paisaje y de la cultura de los pueblos.

Costo del viaje a fines de enero de 2019

Combustible: $700 por vehículo

Comida $250 por persona

Otros gastos $400 para comprar algún refrigerio, productos regionales o souvenirs del lugar

Queda pendiente mucha información sobre las opciones del viaje por la costa. Será en una próxima entrega con un nuevo plan de actividades.