Un espacio para la sensibilidad social, que no es poca cosa

El cine siempre ofrece un espacio para pensar, para sensibilizarnos, para reconciliarnos con la realidad, muchas veces dolorosa, y transformadora. Eso es lo que ofrece cada jueves el Ciclo de Cine de la AMP que dirige Pano Navazo. Hablamos de esta propuesta que persigue la belleza, pero también el debate y un espacio común dentro de la cultura riojana.

Escribe Antonella Sánchez Maltese – PUENTE ALADO


Hace tres años, cada semana, el cine tiene espacio propio en el SUM de la Asociación de Maestros y Profesores. Un espacio en pleno centro capitalino que ya se consolidó como opción en la agenda cultural.

“El sentido del ciclo es usar la herramienta del cine como un lenguaje de comunicación y una obra de arte, porque aunque sea un documental, está dentro del arte”, explica el artista Pano Navazo, gestor cultural del gremio docente riojano.

La propuesta funciona como un cine club. Cuanta Pano que la idea fue rescatar esa idea dentro de un gremio docente, tomando el proyecto que La Rioja tuvo hace años con un cine club exitoso. “Eran espacios culturales muy importantes, era el cine como excusa para… en este caso para la sensibilidad, que no es poca cosa”, remata.

 “El joven Karl Marx”, “El puto inolvidable”, «Rosa Luxemburg», “Historias de La Rioja”, “La sentencia”, “Gabo, la magia de lo real”, y “Billy Elliot” son algunos de los variados últimos títulos que ya estuvieron en la cartelera del ciclo.

Hablar de ciertas cosas

Pano elige desde el cine, hablar de ciertas temáticas. Seduce e irrumpe con cortometrajes que son de libre circulación, pero que nunca fueron propuestas de cine para lxs riojanxs.

“Por ejemplo en estas últimas dos semanas podemos decir que hablamos de un cine más feminista, Rosa (Luxemburg) y Hanna Arendt (que se presenta este jueves 23) son dos reconocidas en el mundo del feminismos, y la directora de las películas también lo es. Entonces en este tiempo donde el feminismo cobra un sentido particular, el gremio ofrece algo para pensar esa instancia”, explica.

Lo mismo se dio en relación a la diversidad, o la memoria y los derechos humanos, temáticas muy presentes a la hora de elegir las propuestas que ofrece el ciclo.

“Pasamos muchos documentales, pero también le damos lugar al cine de ficción. El joven Karl Mark, por ejemplo, está ficcionalizada pero es fiel a la biografía de Marx y Engel. O “Billy Eliot”, que es un musical, pero la huelga de los mineros es parte del conflicto que la película cuenta”, explica Pano.

La elección de las películas pasa por un gusto personal primero. “Son cosas que me han gustado a mí, indudablemente, la historia, el personajes, o la trama que nos hagan pensar”, explica.

La cartelera tiene algo para contar. Las películas van, sobre todo, buscando belleza, no solo lo documental. Algo que nos pueda conmover, aunque sea crudo lo que cuenta.

Para docentes y un poco más

Si bien, por tratarse de una propuesta que nace del gremio docente tuvo en principio como principal público destinatario a lxs educadorxs, el buen gusto y variación en la elección de las películas lo abrió a un espacio de consumo general.

“Al principio lo pensé en relación a los docentes, pero con el tiempo nos dimos cuenta que son los que menos participan, y me apena que no aprovechen un espacio y propuesta cultural que tiene el gremio hace tres años”, lamentó Navazo.

El ciclo creció, y junto a otras actividades que también están a cargo del director de teatro riojano, logró instalarse como un espacio cultural en La Rioja, “y eso está bueno”, destaca. Considera que junto con los conversatorios y las presentaciones de libros que se realizaron allí, se consolidó.

Para Pano cualquier ciclo que proponga reunir gente alrededor de un tema, ya es un espacio para pensar.

Si bien la propuesta nació hace tres años, hace uno y medio que tiene una constancia ininterrumpida todos los jueves a las 20:00, “y hay seis o siete personas que no faltan nunca”, cuenta entre risas.

Es público que ya es fiel al ciclo, lo sostiene y garantiza su continuidad. “A veces hay siete personas y otras 50, como cuando proyectamos Gabo (documental sobre García Márquez), y yo nunca pensé que esa película iba a generar tanto interés”, confiesa.  

El público se deja sorprender cada semana. “No te piden ver algo en particular, que tranquilamente podría ocurrir. Espera la propuesta, y eso me genera un compromiso mayor a la hora de elegir una película”, asegura Navazo.

Romper moldes

Quienes tienen al Ciclo de Cine de AMP como una opción cada semana, saben que la cartelera puede sorprender con buenas historias, y de lo más diversas.

“Antes era muy cuidados a la hora de programar, estaba pensando que no se vayan a ofender con algún título, pero después fui perdiendo ese “cuidado”. Y la verdad es que el gremio me da la libertad absoluta de proponer, por una confianza que construimos juntos a la hora de armar la cartelera”, explica.

Un caso fue “Viva”, película cubana que habla sobre la homosexualidad en ese país, donde una de las primeras escenas muestra el desnudo de una travesti, “y es fuerte, yo sabía que iba a impactar, pero la pasamos”, explica.

En la actualidad el ciclo propone pensar, y debatir cuando surge la necesidad espontáneamente. “En algunas películas se dan debate y en otras no, pero eso no se fuerza, hay quienes se quedan conmovidos y necesitan hablarlo, y lo hacen”, explica.

Lo único que le falta al ciclo para que sea verdadero cine es el pochoclo, y Pano promete incorporarlo próximamente.

Sin dudas para una provincia que durante un largo tiempo no tuvo salas de cine, ni publicas ni privadas, el ciclo que propone la AMP es un gran aporte. Hoy busca dejar un aporte, desde la sensibilidad, desde el divertimento y distracción, pero que algo te deje.


Jueves 23 de agosto de 2018