Cooperativa Amalaya! La materialización de la palabra

La palabra “Amalaya” indica vivo deseo de que suceda lo que se ha dicho o lo que se va a decir a continuación”. Con ese deseo nace esta cooperativa de emprendedores y emprendedoras organizados para aportar una mirada diferente de la realidad a través de la comunicación y el arte.

En esta nota, café y risas de por medio, hablamos con ellos para seguir construyendo este relato en primera persona.

Empezaron en el 2012. Ismael Fuentes Navarro, Jimena Vera Psaró y Ana Núñez. Tres comunicadores eligieron el camino de la economía social para contar “historias que no se estaban contando”.

Desde entonces, realizaron distintas campañas e intervenciones artísticas que, de una u otra forma, quedaron grabadas en la memoria de much@s. La muestra fotográfica “Mujer tenías que ser”, la radio abierta “Voces por la memoria”, la campaña #FaltaPeli, la muestra “El otro soy yo”, la intervención colectiva urbana “Cuerpos sudados”, son algunos ejemplos de eso.

Además, con el tiempo la cooperativa se fue agrandando. Natalia Díaz, Ramón “Monchi” Navarro, Valentín Maraga Mercado Luna, Claudio Revuelta y Lorena Guerra son las nuevas incorporaciones de Amalaya!

“La coope nace en el 2012 con Jimena y con Ana. Queríamos contar cosas. Tener un espacio. Todos veníamos de los medios. Entonces, empezamos a generar contenidos en todos los formatos para otros medios”, cuenta Ismael.

Con una lógica horizontal de trabajo, también fueron surgiendo actividades, capacitaciones en comunicación, muestras, intervenciones de arte. Todo esto, atravesado por valores que marcaron una forma de hacer las cosas.

“La defensa de los derechos humanos nos atraviesa”, reflexiona Ismael.

“Hasta dónde te interpela a vos lo que le pasa al cumpa de al lado… eso te deja parado de un lado del río o del otro. No tiene que ver sólo con una cuestión de derechos humanos sino también con la solidaridad”, refuerza “Monchi” Navarro.

Los desafíos de ser una cooperativa

Para Monchi la cooperativa es, institucionalmente lo más formal dentro de otros proyectos. “Nos brinda un marco legal para realizar acciones que nos atraviesan. El funcionamiento humano y de roles es de acuerdo a cada proyecto. Ninguno de nosotros vive de la cooperativa. Esto es fundamental marcarlo porque hay otras cooperativas donde ese trabajo es lo que permite llevar el pan a la mesa de cada familia. Ahí los roles, las exigencias, los horarios son otros”.

No tiene dudas de que una cooperativa en estos tiempos, no es una cosa menor. “Es una herramienta de construcción social muy profunda porque te permite presentar proyectos que de otra manera te cuestan el doble. Y legalmente tenés otras responsabilidades también.”

Las ventajas y desventajas de la formalidad demandan una proyección a largo plazo y una decisión consecuente con eso: “En mi caso estábamos por armar otra cooperativa. Pero después de una charla con Ismael me volví a casa pensando que seguíamos dividiéndonos en vez de unirnos. Lo mejor era sumarnos y construir juntos”, recuerda Monchi.

El potencial para construir

Claudio Revuelta marca un contrapunto de la realidad de la cooperativa. Por un lado, la contundencia de cada acción. Por otro, la sustentabilidad de esas acciones:

“Ninguno pertenece a ningún partido político pero cada acción que hacemos es política. Siempre transmitimos una visión sobre la sociedad y el otro, desde la música, el arte, la comunicación. Tenemos confianza. Sabemos que nos convocamos y muchas veces sin un mango”.

“No vivimos de la cooperativa. Y se nos genera el desafío de hacer que la cooperativa se auto sustente”, agrega Monchi.

Para Ismael, es muy difícil en La Rioja conseguir que alguien auspicie, por ejemplo, una muestra de arte. “Lo hemos conseguido… que nos banquen una parte. Pero es muy difícil que alguien te diga: esto va por los gastos y esto cobran ustedes por sus servicios. Eso pasa muy poco y es más difícil cuando de comunicación se trata”.

Hay cooperativas de producción que viven de lo que producen. “Si tenés un producto concreto, lo más probable es que lo vendas. Ahora, en comunicación y en el arte, tenés que explicar mucho más para que alguien confíe en que no lo estás estafando. Ese es el desafío”, analiza.

Dejando huellas

Ante la pregunta ¿Qué cosas los marcaron? llegan, a esta mesa de café, respuestas ansiosas por salir a la luz.

Que UNICEF Argentina incluya comunicadores en sus equipos. “Trabajamos con UNICEF en la campaña de los derechos del bebé prematuro y nos tocó viajar como parte del equipo de La Rioja a una reunión nacional. A partir de esa exposición y del laburo en La Rioja, decidieron incluir comunicadores en sus equipos de trabajo. Eso nos marcó mucho”.

Sostener una radio abierta durante más de un año por los juicios de lesa humanidad.Fue una acción conjunta con los compañeros de Voces. Instalamos la radio abierta en la puerta de tribunales”.

La intervención colectiva de 40 artistas en la muestra “El otro soy yo”.Recreamos la memoria de los/as detenidos/as desaparecidos/as y asesinados/as riojanos/as por la dictadura cívico-militar. Fue increíble lo que generó la muestra y lo que pasó después con el público”.

Hacer la bandera apartidaria más grande de las marchas riojanas con “Cuerpos Sudados”.En la marcha del #8M la gente intervino su propia sábana y las fuimos cosiendo. La bandera terminó encabezando la marcha”.

Ser parte de la Federación Riojana de Cooperativas Autogestionadas (FERCOA).Tuvimos mucha participación en esa federación. Hoy es un marco de contención para las cooperativas que necesitan una guía para manejarse en lo burocrático, presentar proyectos, trámites y esas cuestiones. Además trabajamos para que se sancione la ley de fomento de cooperativas que finalmente se sancionó y ahora está pendiente la reglamentación”.

Un horizonte que promete

Retomando el origen de esta nota y de esta cooperativa… les contaba que Amalaya es el deseo de que algo suceda. Y algo está sucediendo.

Porque en estos años, este grupo de comunicadores, diseñadores, músicos, arqueólogos, realizadores audiovisuales, psicólogos, literatos (much@s de ell@s docentes), impulsaron cruzadas con un fuerte impacto simbólico en defensa del medioambiente, los derechos humanos, la educación, las minorías, la identidad, el género y la diversidad. No pararon de generar actividades que promueven valores culturales y sociales.

 “Yo no logro dimensionar todo lo que puede hacer la cooperativa para incidir, crear y aportar algo a esta sociedad”, dice Claudio. “La visión que uno tiene puede ser acotada y no dimensiona lo que en realidad podría llegar a ser”.

No hay remate.


La Rioja, 24 de marzo de 2018