2T: Un espacio de Arte

Los talleres Escalfart Cerámica de la escultora Alejandra Bustamante y La Nube Artes Visuales de la artista plástica Diana Guzmán, se asociaron para crear un nuevo espacio donde además se abre a la comunidad un kiosco de artistas (KDA) jóvenes, emergentes y otros con más trayectoria.

2T tiene la particularidad de estar en pleno centro de la ciudad. Es un espacio luminoso ubicado en una casa antigua de 1908. Era la casa del bisabuelo de Diana; y allí también tuvo el taller su padre, “Toto” Guzmán.

KDA tiene precios para todos los públicos. Siempre con la idea de llegar a quienes no suelen entrar a las galerías, museos y espacios donde comúnmente se encuentran estas obras.

La materialización de un sueño compartido

Alejandra Bustamante y Diana Guzmán se conocen hace más de treinta años. Trabajaron juntas en muchas oportunidades. “Sabemos la locura de cada una”, dice Alejandra.

Ante la pregunta de cómo decidieron dar vida a 2T, nos cuenta que a ellas las cosas las encuentran. “2T nos encontró. Ya queríamos hacer algo juntas hace mucho. Ya teníamos la idea de cruzar los talleres con los alumnos y a fines de 2018 se dio la oportunidad de ocupar esta casa”.

Preparar el espacio les llevó tres meses. “Cuando terminamos de armar todo y vimos cómo quedó, dijimos ‘guau! acá se puede hacer mucho más que los talleres’. Y en un mes tuvimos tres muestras más el Kiosco. Lo abrimos una semana antes de navidad y fue un éxito rotundo, mucho más de lo que pensábamos”.

“Acá tenemos nuestros estudios abiertos, vendemos cosas con un valor simbólico, damos talleres, hacemos muestras… no es un negocio. Es un espacio de arte”, remarca Diana.

Kiosco de Arte: una experiencia exitosa en épocas de crisis

El concepto “Kiosco de artistas” de Diana Aisenberg parte de la crisis del 2001, cuando lxs artistas abrían sus talleres y no conseguían ventas. Entonces decidieron bajar los precios, lanzar promociones especiales, etc.

Aisenberg es una referente importante para Diana Guzmán, quien se puso en contacto con ella para conseguir la autorización y replicar la experiencia en La Rioja. “Encantada nos animó a hacerlo porque la idea es que se replique en todos los lugares. Para mí, ella es muy especial. Me ha sacado el peso de lo que es la docencia. Transmite todo el tiempo la generosidad del dar, dar y dar; y contagia la práctica artística pero también la práctica docente. Hay quienes dicen ‘yo no vivo del arte’. En mi caso, yo sí vivo del arte. Soy docente de arte y soy artista. Enseño algo que me apasiona”, explica Diana.

La no-formalidad que invita a quedarse

¿Qué busca la gente que llega a 2T?  Es evidente que el lugar no tiene la formalidad de una galería ni de un museo.

“Hay gente que se paraliza ante tanta formalidad. Como que ‘esto no es para mí’. Pero ven algo más informal y al no entender bien qué es, entran y preguntan”, cuenta Ale entre risas.

En las ciudades grandes como Córdoba, Rosario o Buenos Aires se suele destinar un día a lo que llaman “estudios abiertos”. 2T es un estudio abierto todo el año, simplemente por tener vidriera, dentro o fuera del horario comercial.

La convivencia entre la cerámica y la pintura

Ambas confiesan que tener sus estudios y sus talleres juntas, las ayuda a ordenarse y respetar los espacios compartidos.

De esta manera, la cerámica y la pintura conviven de manera armoniosa. Aún así, Alejandra predice un intercambio: “Esto recién empieza… yo creo que Diana en algún momento se va a cruzar a tocar el barro. Sé que cuando a ella le interese alguna forma, va a meter mano en esa forma”.

Además, dice que el cruce ya lo tuvieron el año pasado. “Lo hicimos con nuestros alumnos en una práctica en la que un grupo eligió los bocetos de pintura del otro grupo y plasmaron tridimensionalmente esas obras. Ellos estaban re contentos. Se conocieron el día de la muestra con los trabajos ya terminados”.

Talleres

El taller de Pintura se dicta los miércoles por la tarde y por la noche. El de cerámica se dicta los lunes por la tarde y los miércoles por la mañana y por la tarde.

Son talleres anuales y libres donde se brinda una guía y un acompañamiento para poder trabajar sobre lo que lxs talleristas quieran.

Los cupos para ambos talleres se encuentran completos pero siempre hay una lista de espera para cuando se liberan algunos espacios.

El taller de pintura tiene una dinámica poco convencional. “No es que yo empiezo dando un tema y todos tienen que hacer exactamente lo mismo. Cada uno puede hacer su propia búsqueda de imagen y de concepto y de lo que sea. Trabajar con el material que se le ocurra. Y yo estoy ahí como guía. Sí, por ahí se plantean ejercicios para todo el mundo y tienen que estar atentos porque se cuela la teoría”, dice diana con gesto suspicaz.

“Sé que la teoría es necesaria, pero prefiero abordarla desde el trabajo. Al proponer los ejercicios se va dando que ellos manejan innatamente ciertos conceptos sin conocerlos, y a partir de eso, se larga la teoría. Qué es una tensión, qué es el movimiento, qué es el ritmo va a salir de los trabajos de ellos, donde los conceptos los voy a abordar a partir de esa práctica”.

Diana lleva 26 años de docente y cada día llega a dar clases como si fuese el primero. “Me parece que cuando una pierde esa chispa es cuando tiene que venir la jubilación. Uno tiene que contagiar las ganas de hacer y practicar el arte. Es obligación de nosotros, sobre todo de los que somos docentes y artistas a la vez… cuando se pierde esa magia se pierde todo”. Confiesa que está cansada de la dinámica de las instituciones y que 2T favorece esto otro que no la cansa: dar clases, compartir mates con su amiga, charlas, conceptos… “es la no formalidad de un espacio totalmente como nosotras que somos totalmente informales”.

En el taller de Cerámica, Alejandra enseña las técnicas básicas de la construcción en la cerámica y esmaltado. “Les doy toda la base y después cada uno hace lo que quiere hacer y yo los voy guiando. Escultura, utilitario, decorativo, lo que quieran…en ninguno de los casos es necesario tener conocimiento previo”, explica.

Para Diana, es preferible que no lo tengan porque hay estructuras que se aprenden en la adolescencia y que son muy difíciles de sacar y que no son necesarias para la creación. “Por eso además soy partidaria de que lxs niñxs que tienen una aptitud y una actitud hacia el arte no sean interferidos e intervenidos por una mano adulta. Es preferible que les compren el material y que solxs vayan expresándose. Conozco muy pocas personas que siendo toqueteadas de chicas han podido continuar en el arte de grandes. Generalmente se frustran tanto que abandonan”, sostiene Diana.

Entre las novedades que anuncian, nos cuentan que en abril se abre un taller de cerámica para niñxs.

También va a haber un día a la semana para la investigación precolombina en cerámica, “así que quien se quiera sumar a investigar, indagar, ayudar a hacer algunas réplicas, será bienvenidx. La idea es que vuelva a surgir la alfarería riojana porque era un pueblo bastante alfarero… está bueno volver a las raíces”, adelanta Alejandra.

Ella vino de Buenos Aires a los 20 años, directo a Famatina. Allí aprendió con Aniceto Vargas cerámica precolombina, cocciones y todo lo que tiene que ver con esa forma de hacer.

“Menos clona y más taller”

Muchas de las personas que llegan a los talleres son profesionales (abogadxs, médicxs, odontólogxs, profesiones de todas las ramas que no tienen nada que ver con el arte).

Puede ser por la necesidad de expresarse que tiene todo ser humano, Alejandra siente que “el 95 % de la gente que viene a los talleres sale enriquecida y satisfecha. Y después con 2T, el kiosco y demás, en alguna obra se ven identificadxs. Yo creo que sirve como un espejo a la sociedad”.

Diana además hace hincapié en las luces y sombras que todxs llevamos dentro.

“Entonces, menos clona y más taller. Por el solo hecho de existir tenemos cosas que nos apabullan en la cabeza, el manejo del estrés o de ciertas ansiedades y angustias, en el taller se expresan por otro lado. Necesitamos expresar aquello que nos joroba en la cabeza y que no lo podemos resolver. Que solo se resuelve yendo a un psiquiatra, a un psicólogo o tomando pastillas o qué sé yo. Esto te permite poder sanar eso sin la necesidad del comprimido. Yo siempre digo que si no pintara sería asesina serial”, comenta entre risas.

Un dia en 2T

Diana desayuna algo liviano. Sale a caminar, vuelve, se da una ducha, organiza el almuerzo y parte a 2T.

Allí trabaja en lo de ella, luego organiza el espacio y prepara el material para los talleres de la tarde. Tiene dos grupos seguidos con un recreo de media hora en el medio. Media hora en la que podría ir al baño, comer algo o estar a solas, pero generalmente se queda hablando de bueyes perdidos con la gente que prefiere alargar su estadía unos minutos más.

Las dinámicas cambian en función de los grupos. La gente no es la misma, son otros intereses, otras preguntas que surgen y suceden en una clase. Eso lo hace mucho más interesante.

En el verano, cuando se juntan los dos talleres van y vienen las cervezas frescas, así que los últimos grupos terminan como dos horas más tarde de lo previsto. Con cerveza y música se crea un clima lindo, contagioso, de risas, carcajadas y aprendizajes en el medio.

“A veces suelo hacer coreografías, según mis alumnos, para explicar ciertos temas. Porque explico y me muevo. Ellos dicen que es el baile mio para no aburrirlos”.

Alejandra se levanta temprano. Le gusta desayunar en 2T con medialunas compradas en la esquina. Prepara arcilla, amasa, esmalta. Trabaja en lo de ella…

Al mediodía vuelve a casa, cocina, descansa, y vuelve a 2T donde se queda hasta que se esconde el sol.

“A veces vienen visitas a tomar unos mates, te ponés a charlar y terminás trabajando 10 minutos. Siempre es distinto”.

Dicen que no extrañan sus viejos talleres. Las dos cumplieron una etapa que tenían que cumplir.

 

*2T se ubica en Rivadavia 361. Además pueden encontrar las fan pages en Facebook: La NubeEscalfart y 2T. Allí pueden enviar mp y encontrar otros datos de contacto. También en Instagram.

La Rioja, 28 de febrero de 2019