La música es poderosa, transmite, transporta y nos hace vibrar de mil formas. En esta nota hablamos con Dino Valentino y Les Calientes, una banda que, sin lugar a dudas, ejerce ese poder.


¿De qué va esta banda? de todo y de nada dicen entre risas. Ninguno se anima a decir muy bien de dónde viene y a dónde va.

En el intento de definirla, sacamos en limpio que es una banda eléctrica con un repertorio que pasea por el funk electrónico, el candombe, la cumbia y otros géneros. Hasta el momento tocan covers de artistas como Bándalos Chinos, Conociendo Rusia, Nathy Peluso, Wos, Los Abuelos de la Nada y la lista sigue…

Somos hijos de internet y, en Spotify o en Youtube, nuestras playlist son variadas. Y así son nuestros gustos y así vamos tirando los temas que elegimos tocar, explica Valentino Giunta Matta (voz y guitarra).

No estamos casados con un género. Hacemos lo que nos gusta, dice Loro Lucero (saxo y ewi).

Entonces no quedan dudas, de eso va esta banda: de disfrutar. Se nota en la entrevista y se notó también en los shows en vivo que dieron en el verano con la flexibilización de las medidas restrictivas por la pandemia. La energía, la alegría y el baile de la gente fueron una constante en cada presentación, en el escenario y fuera de él.

En esta imagen, la banda completa. Foto: Puente Alado

Empecemos por el principio 

La banda nace porque nos conocemos de chicos y tenemos ganas de tocar siempre, desde siempre. Un día nos juntamos a tocar en la casa de Maxi Milani (guitarra) y ahí arrancamos. Fue en el verano, Enero de 2020, antes de que llegara la pandemia a Argentina, cuenta Valentino.

Esa primera formación tocó en el bar Antares con Antonella Torcivia -actual vocalista de la banda- como artista invitada y con Leo Domene en batería. Después vino un ensayo en la casa de Juancho Paredes que se incorporó como actual baterista.

Con la llegada del Aislamiento Social Preventivo y Obligatorio (ASPO), las ganas de tocar siguieron intactas y debieron adaptarse a los recursos tecnológicos para seguir haciéndolo. Improvisaron con lo que tenían a mano: un celular, una compu, un estudio… Youtube sirvió de plataforma para subir lo que hacían.

En Julio de 2020, Valentino, que hasta entonces vivía en Buenos Aires, se radicó nuevamente en La Rioja. Pero la fase uno los obligó a seguir haciendo música de manera virtual hasta septiembre, cuando finalmente se juntaron a ensayar.

La banda ensaya en el antiguo edificio donde funcionaba «El Pasillo». Foto: Puente Alado

La música en pandemia: un cable a tierra

Como a todos los músicos, nos sacó de tanta oscuridad dice Loro. Nos enseñó mucho también con la tecnología: cómo grabar, como compartir, manejar las redes sociales desde otro lugar y nos unió también.

Como laburantes fue terrible dice Valentino. Para quienes vivimos de eso fue difícil adaptarnos. Empezamos a dar clases virtuales y mucha gente no quería tomarlas. No estuvo nada bueno entonces y aún sigue no estando bueno.

Que comience el show

En septiembre, Fran Flores se suma con el teclado y durante varios días preparan y graban, en casa de Valentino con Iwoka records y Yeca producciones, el primer show en vivo por streaming. 

Estábamos en plena fase uno y pensamos el proyecto como para mostrar algo, dice Juancho Paredes. 

Para Antonela la buena onda era evidente: Estábamos felices con el grupo que se formó, había una química zarpada y la gente estaba más pendiente de lo virtual.

Llegó el verano, diciembre de 2020 y los convocan para tocar en el Hostel Mama killa y, desde entonces, no pararon.

Carmina Burana, Templo, Rayuela, varios lugares en Chilecito, Rioja N Roll. Se presentaron hasta en el Servicio Penitenciario Provincial. Fue el 24 de diciembre y llegaron ahí de la mano de Monchi Navarro quien, todos los años, lleva música en vivo a quienes están privados de la libertad.

Fue una experiencia muy fuerte y la energía intensa. Había de todo, gente que estaba seria, otros que bailaban y cantaban. Era raro… dice Anto.

Antonela Torcivía y Valentino Giunta Matta, vocalistas de la banda. Foto: Puente Alado

Josho Tello, quien ya fue en otras oportunidades a tocar ahí, remarca que la experiencia te saca del microclima de las fiestas. En tu casa están preparando la ensalada de fruta y cuando entrás ahí te cambia la cabeza.

Sonidos, colores, teatralidad y buena onda

En principio, la formación arrancó con un bajo, dos guitarras, batería electrónica, saxo y un vocalista con Anto de invitada.

Eso fue hasta que probamos con la bata acústica y fue un camino de ida, se ríe Juancho.

La idea es que sea una banda eléctrica, entonces metimos instrumentos electrónicos con un ewi y con una percusión que sostiene ese colchón sonoro, explica Valentino.

Generalmente sus shows tienen un presentador amigo que incorpora teatralidad al espectáculo. Los personajes le brindan color a lo que está pasando. Por ahí, si vas a escuchar covers preferís quedarte en tu casa. Entonces buscamos aportar un plus escénico al vivo y que la gente se ría y la pase bien, detalla.

En la intimidad del ensayo, cuentan que antes de subir al escenario se abrazan, se rocían con agua florida y sintonizan la vibra que quieren transmitir. Quizás esa sea la mejor explicación a lo que pasa en cada presentación con público.

La primera tocada en Mama killa fue genial porque fuimos de las primeras bandas en tocar en vivo después del ASPO. La gente gritaba los temas, necesitaban eso, recuerdan.

Además, confiesan que no se cansan de verse. Se juntan a comer, a caminar y a hacer otras actividades por fuera de la música.

El juego y la teatralidad, un plus escénico para esta banda. Foto: Puente Alado

Ante la consulta obligada sobre lo que viene en un escenario social tan cambiante, sostienen que si hay que seguir con lo multimedia, seguirán por ahí.

No sabemos qué va a pasar pero estamos seguros de que no vamos a parar, remata Maxi. 


*La banda completa está conformada por: Juancho Paredes en batería, Loro Lucero en saxo y ewi, Antonela Torcivía en voz, Josho Tello percusión, Valentino Giunta Matta en guitarra y voz, Fran Flores en teclado, Maxi Milani en guitarra e Imanol Iturriera en bajo.