Sanar el corazón haciendo música

Mientras la generalidad de la medicina recomienda la actividad física y moderación en los excesos, el médico cardiólogo Nicolás Suarez Albrieu propone incorporar la música en la vida de pacientes con enfermedades cardiovasculares, o también para prevenirlas. Lleva 42 años ejerciendo la Medicina y en la Feria de la Música 2018 presentó por primera vez este proyecto que busca mejorar la calidad de vida a través del arte.

Escribe Antonella Sánchez Maltese – PUENTE ALADO


Es histórico y la mayoría lo escuchamos alguna vez: “no engordes, caminá, no fumes, controlá tu diabetes y tu hipertensión”. Estas son las recomendaciones que cualquier profesional de la medicina haría a sus pacientes. Excepto Nicolás Suarez Albrieu.

“¿Vamos a pensar únicamente en eso?, porque siempre pensamos en eso y seguimos con enfermos y cada vez son más los enfermos cardiovasculares”, cuenta el médico chileciteño sobre esta nueva receta que propone.

Estudió medicina, y se especializó en cardiología. Luego de recibido se vino a trabajar en La Rioja, y lleva 42 años ejerciendo la medicina.

Un método preventivo

En la Feria de la Música riojana que se realizó hace unos días Nicolás presentó por primera vez ese proyecto en el que viene trabajando hace un par de años, “para ir puliendo errores”, dice. Estuvo acompañado por su profesora de canto, con quien además interpretó algunas canciones ante un auditorio que se divirtió antes su humor.

“Cuando pensas en la parte emocional aparece la música como método de prevención. A mí me empezó a interesar la parte emocional, cognitiva y psíquica en general de los pacientes, y ahí entró la música en todo esto”.

Nicolás es un gustoso chileciteño que ama el lugar en el que nació. Pasó por todas las ramas de la cardiología, “y ahora me toca el rol más importante que es pensar en la prevención, lo demás es un regalo”, asegura.

Para poder guiar desde esa perspectiva a sus pacientes, amigos y familiares empezó a estudiar música, pero ¿desde qué lugar podía llegar a sus pacientes para inculcarles que hagan música, no solo que la escuchen?. Y ahí empezó esta historia que fue avanzando poco a poco.

“Hice múltiples viajes, ingresé a cuanta peña podía para aprender cómo era todo esto de la música de los pueblos originarios, cómo era la zamba, la chacarera, cómo se cantaba, qué era un coro. Fui puliendo puliendo hasta que me di cuenta que yo podía cantar, lo que no quiere decir que yo sepa cantar, y también empecé a escribir y le puse música a esa escritura con ayuda de gente que sabe música”, cuenta.

Motivar el sistema nervioso

Desde el punto de vista médico y luego de muchos años transitando consultorios, el médico sentencia que “no hay nada más dañino para el sistema nervioso que aquel que no se motiva. Y cómo el paciente genera un motivo que no le haga daño, ahí es donde voy a la música, a cantar, a tocar un instrumento, no me voy a quedar en mi casa a pensar en las malas noticias”

La idea es pensar en motivar tu sistema nervioso, generar motivos que son muy sanos. “Porque es muy difícil que estés haciendo música de cualquier tipo y estés pensando en engordar, en fumar, en todo lo que te lleva a hacerte daño”, explica.

Y qué mejor para ejemplificar que tirar una copla: “si tu valero se carga con inmundicia, limpialo rápido con canto ya vas a ver que lindo es el andar”.

Como cualquier método nuevo que se quiere implementar, es fundamental el registro y análisis. Desde junio del 2017 Nicolás tiene tabulada la cantidad de pacientes a quienes les recomendó música. “Les hice un seguimiento”, explica.

Panchito es ingeniero, llegó a la consulta con un cuadro de dolor precordial, presión no estable y a poco de revisarlo el médico se dio cuenta por dónde pasaba la historia. No era su corazón el que estaba enfermo, era Panchito el que estaba haciendo funcionar mal a su aparato cardiovascular por un proceso depresivo.

“Estaba jubilado con 74 años, y hacía siete que lo único que hacía era entrar a su casa y estar todo el día maquinando y motivándose en daños. Entonces se me ocurrió decirle que salga a caminar, y aceptó. No podía pedirle que adelgace porque era flaco, que deje de fumar porque no fumaba. No tenía diabetes, ni la presión alta. ¿Entonces? Había que sacarle ese problema que le estaba influenciando en su aparato cardiovascular, y se me ocurrió preguntarle si había tocado algún instrumento. Me dijo que hace mucho tocaba el charango, y que estaba tirado en su casa. Le sugerí que lo sacara de las polillas. A fin de año estaba en mi consultorio y siento el charango. Era Panchito que se había hecho un trio. Era otra persona, daba gusto escucharlo, y más gusto verlo. Ese día cambió mi historia”.

Esa es una de las historia que el cardiólogo chileciteño elige como caso testigo de la metodología que implementa, pero hay muchas similares.

Un proyecto con futuro

El médico lleva adelante esta iniciativa acompañado de “gente hermosa”, como él mismo caracteriza a quienes lo ayudan.

“Vamos a visitar distintos puntos de la provincia haciendo participar a distintos actores que manejan el canto. No tanto a quienes ya tienen una carrera y son conocidos, sino aquellos que están por ser, y atraerlos a la actividad, generando que se motiven. Gente que está en la retaguardia. A esos los voy a buscar”.

Actualmente Suárez Albrieu tiene un centro cardiovascular donde se hace cardiología ambulatoria, prevención, trabajo hipertensivo. “Igual yo siempre digo que el ser humano tiene que ir al médico que sea su amigo, hacerse amigo de su médico particular”.

El objetivo de su proyecto es intentar ayudar utilizando la música como prevención cardiovascular. Y dentro de las proyecciones futuras está presentarlo en los congresos de cardiología como una alternativa válida en la prevención cardiovascular.


Miércoles 16 de mayo de 2018