Toto y Diana: Los Guzmán dialogan a través de sus obras

“Referencias cruzadas” es la muestra que logró reunir anacrónicamente al padre y a la hija en un mismo salón haciendo lo que saben: arte. Una muestra itinerante que cruza cientos de obras de Miguel Ángel “Toto” y Diana Guzmán, bajo la cuidadosa curaduría de Lorena Mercado, y que se exhibirá en La Rioja hasta octubre.

“Hoy van a pintar como si supieran”, le decía Toto a su hija Diana cuando se alejaba del rol de padre y se ponía en profesor. Y entonces ahí ella creaba desde esa consigna de trabajo libre, que le permitía salirse de los márgenes y modelos. “En ese ¨pintá como si supieras¨, que lo entendí muchos años después, me di cuenta que me estaba dando todo”, dice Diana con una emoción que cruza como un misil por todo el Espacio de Arte de Fundación OSDE, donde acaba de inaugurar su muestra.

“Referencias cruzadas” es el resultado de un proceso que lleva dos años continuos. La curadora Lorena Mercado venía trabajando con la obra de Miguel Ángel Guzmán, y paralelamente Diana recibía la propuesta del museo catamarqueño Laureano Brizuela para exponer sola su obra. La directora de aquel museo en ese entonces, Laura Maubecin, fue quién creyó en la buena idea de ver una exposición del padre y la hija juntos, y allí nació la propuesta.

“Me preguntó si habíamos expuesto juntos alguna vez con la idea de cruce con mi viejo, y ahí le interesó aún más que en Catamarca se mostrara ese cruce aunque sea breve, pequeño, en una sala”, explica Diana sobre la idea de esta muestra que vio la luz por primera vez en mayo de este año en el museo catamarqueño Casa Caravatti.

 

Cruzados

Dos artistas. Muchas técnicas. Un vínculo de sangre. Dos miradas. Una pasión. Dos caminos. Un diálogo. Todo eso se siente en “Referencias cruzadas”, la muestra cuidadosamente curada por Lorena Mercado.

“Esta muestra comenzó con la idea de hacer un diálogo entre la obra de Diana y de Toto Guzmán”. Este criterio curatorial lo que hace es tratar de vincular a estos dos artistas, que no sólo son artistas de manera individual sino que tienen un vínculo filial, y esto hace que hayan tenido una convivencia más allá del arte. Compartieron cosas de padre e hija, en el caso de ella haber visto trabajar al padre, en el caso del padre haber sido maestro de su hija. Pero además, la convivencia cotidiana”, explica Lorena.

La curadora vio en estas obras un trabajo que perfora lo perceptible. “La idea es plasmar los caminos que se abren de manera consciente o inconsciente, esta exposición fue pensada desde la neurociencia. Y desde ese lugar encontramos cosas que tienen que ver con el carácter, y cómo cada uno fue haciendo y deshaciendo en su obra en función de estas posibilidades que generó un carácter”, explica.

Entre 350 y 400 obras exhibe “Referencias cruzadas”, una gran producción artística que también dice mucho de los dos.

“Estoy acostumbrada desde muy chica a ver mucha producción de mi viejo. En el caso de él son obras, en el mío hay pocas en sala aunque todos me digan que son muchas. Hay pocas obras porque yo considero que una obra es una pintura con mucho más trabajo, más detallada y terminada. En general, salvo las cosas grandes que me llevan su tiempo y meditación, la mayoría de esas piezas son ejercicios”, se esmera en aclarar Diana.

Ella empezó a concebir que todo ejercicio era una pieza de arte y podía ser presentada en una muestra. Ahí se relajó y empezó a trabajar mucho todos los días. “Hace cinco o seis años que vengo haciéndolo, y me ha descomprimido mucho esta idea de decirle obra de arte, prefiero decirle pieza artística. Y lo saco a mi papá de eso, porque es de otra generación”.

Diana entiende que en el arte contemporáneo encaja más “la pieza, el objeto, el ejercicio como una pieza terminada”. Y en “Referencias cruzadas” todo eso entra en juego: “Lo que se ve acá, y a lo mejor eso tiene de valioso la muestra, es mucho trabajo de proceso. Se ve el proceso pictórico, el de dibujo mío, más que la obra concluida. Y a lo mejor eso tiene de rico, ver el proceso desnudo, porque acá hay cosas que a lo mejor le falta un poquito para terminar”.

Lorena también puso el ojo en esa vasta producción artística de los Guzmán. “Tenemos una cuestión del trabajo de taller muy tenaz, y esta tenacidad está presente en los dos, cada uno de una manera independiente, los dos en el taller produciendo, produciendo. Y esa tenacidad también queda reflejada en la cantidad de producción que ambos tuvieron y los identifica”.

Irreverencia, bocetos y modelos

Los materiales que utilizan ambos artistas en sus obras, no pasaron desapercibidos para Lorena en su tarea como curadora. “Hay una irreverencia con los materiales, porque existen normas establecidas y académicas, esto se debe juntar, esto no, y la idea no es solamente romperlo, sino tener un por qué”, señala.

Para la curadora hay otro cruce entre el padre y la hija que puede observarse a simple vista: “Los dos trabajan en la obra a modo de boceto, pero con la idea de una obra, entonces tiene esa espontaneidad del primer trazo, puesto también en la obra como obra final”.

Diana no oculta la emoción de compartir un espacio anacrónico con su padre, en una inauguración que se hace a sala llena, donde el público presente recorre y admira las creaciones de ella y de “Toto”.

Lo evoca, como artista y como profesor, en una de las enseñanzas que quizás le hayan permitido encontrarse varios años más tarde en su rol de docente. “Cuando fue profe mío nos decía a mis compañeros y a mí: “hoy trabajo libre”, lo hacía dos veces al año. Nosotros trabajábamos, tanto en pintura como en dibujo, con modelo vivo, entonces en esa consigna libre nos decía “hoy van a pintar como si supieran”. En ese momento sin saber lo que significaba, yo me largaba a volar con la imaginación, por ahí otros se bloqueaban, pero a mí me gustaba no trabajar con modelo y lo disfrutaba mucho, porque el modelo me impedía liberar la creatividad. En cambio yo con mis alumnos tengo otro modelo de trabajo, lo invertí al ejercicio y ellos trabajan así dos veces al año, y pintan como si supieran todos los días. Porque es otra generación, otra forma de concebir la academia y ahí se liberan de muchas más cosas”.

Referencias cruzadas en La Rioja

¿Y cómo no iba estar en casa semejante cruce? Desde que nació la muestra en la vecina provincia fueron muchas las personas interesadas en exhibirla en La Rioja, de donde son oriundos padre e hija. Allí estuvo el interés de la Fundación OSDE para darle en su auditorio principal todo la importancia que se merecía.

“Nos deleita tener esta muestra en OSDE, resalta por todos lados e invita a recorrerla, a ver esas relaciones que existen entre el papá y la hija, ambos artistas. Y creo que deja esa cosa linda de cómo los distintos ojos, las distintas épocas y generaciones se ven reflejadas en la obra de ambos”, destaca Hernán Albornóz, gerente de OSDE Filial La Rioja.

“Si bien muchos riojanos fueron para allá a verla, la idea era que sea acá, en casa, lo cual significa mucho porque los dos somos riojanos, pero también porque hay muchas obras que no se mostraron en Catamarca por el traslado”, explica Diana. La muestra exhibe piezas y obras que sólo se verán mientras esté en La Rioja, ya que muchas de las obras de ella ya fueron compradas, y otras de “Toto” con grandes dimensiones, o que tienen vidrios, no se podrán trasladar para no sufrir deterioro.

“Referencias cruzadas” es una muestra pensada para itinerar. Viene de Catamarca y se quedará en el Espacio de Arte de Fundación OSDE de La Rioja (Adolfo Dávila 30 – 4° Piso) hasta octubre. Luego en febrero viajará a un museo de Tilcara, y en abril estará en la capital jujeña. Después seguirá en movimiento.

“Esta fue la idea con la que se fue aglutinando esta serie de obras; y el público tiene la posibilidad de venir y encontrar, o no, lo que nosotros decimos. Tiene la posibilidad de explorar”, cierra Lorena.

Referencia obligada

Miguel Angel “Toto” Guzmán nació en La Rioja y fue referente de las artes plásticas. Fue docente, diagramador y director de la revista de humor político “El Champi”, la única que sobrevivió a la dictadura de Onganía. Durante la última dictadura militar argentina fue, al igual que muchos intelectuales y artistas de la época, un preso político. Su paso por la cárcel y las vivencias de esa época estuvieron reflejadas en su obra posterior. Padre de Diana Guzmán

Diana Guzmán también nació en La Rioja, y es una referente contemporánea en las artes plásticas de la provincia. Es artista visual, profesora de pintura y licenciada en artes visuales. Actualmente dirige su propio proyecto, La Nube, y junto a la escultora Alejandra Bustamante con su taller Escalfalfart Cerámica, dieron luz al espacio “2T” que funciona en la casa donde “Toto” tuvo su taller. Hija de Miguel Ángel «Toto» Guzmán.


Jueves 8 de agosto de 2019