Este último mes ha sido bastante movidito en cuanto a eventos. Tanto así que no pude concurrir a todos como habitualmente me lo propongo.  Voy a intentar resumir, olvidándome seguramente de alguna actividad y algún artista. No es adrede, es la edad…


En Modearte junto a una feria y una muestra de artistas riojanos y catamarqueños, lanzaron una propuesta interesante ya desde el título: “La Toma”. Todo muy cuidado como todas las acciones que de ese espacio vienen surgiendo. El trabajo al aire libre fue lo que más me interesó, no solo por la acción, sino por la recepción en un público (al que nunca hay que subestimar) muy diverso. Se empleó una parte prácticamente descuidada del espacio, el fondo. Con trabajos orgánicos en fibras y restos vegetales, Ángeles Eve Luna montó su universo lúdico en lo que fue una huerta, ahora  abandonada. Abandono y sueños sumaron a su obra un emplazamiento único, quizá el mejor para estos trabajos.  Alejandra Bustamante hizo lo suyo trabajando con barro en crudo, tramando una trama llena de referencias a la humanidad y sus complejidades. Bruno Ceballos construyó nidos y esa esperanza de lo que significa un nido en sí, los llenó de huevos-piedras, una metáfora hermosa que funcionaba sensiblemente. Melli Guagliolo intervino con cinta de papel las tapias, realizando dibujos que mimetizaban con  la naturaleza en la que el espacio está situado. 

El grupo de poetas irreverentes “Rata Libre” organizó el evento “La Grotesca” para presentar su último trabajo: FANSIN, dedicado a la sátira. Lo hizo en un casa deshabitada y haciendo lo que mejor le hace a las artes, el cruce de lenguajes. Al  ya clásico recital de poesía a micrófono abierto, se le sumaron música en vivo con la banda Intermission HG y dos muestras de artes visuales. Mostraron Mauricio Donaire dibujos y pinturas y Karim Ayame, fotografías.  Más allá de la calidad de sus trabajos, destaco el montaje. Montar en un espacio con tanto ruido visual, peso auditivo y esa carga de memoria del que se  impregna un espacio otrora ocupado por una familia, no es tarea fácil. Ojalá estos eventos se repitan y desborden de jóvenes entusiastas. 

La Feria del Libro este año contó con un vastísimo programa propuesto desde el área Visuales de la Secretaría de Cultura (otra vez el cruce de lenguajes).  En esa especie de torre de Babel en que se ha convertido este evento, estaba representada toda nuestra escena local y esto es también un motivo para agradecer y festejar. Debe ser realmente difícil programar para un público con inquietudes tan disímiles. Algunas de las  muchísimas actividades fueron: Técnicas y Herramientas Digitales Para Artistas Visuales (Steven Ferreyra), Taller de Ilustración (Sara Ruarte y Javier Medina), Animación Creativa, Técnica “Rotoscopia” (Ayelén Argañaráz, Aylen Argañaráz y Carlos Argañaráz), Taller  Experimental de Poesía Visual (Diana Guzmán y Adriana Petrigliano), Taller de Pintura Tradicional (Carlos Cid), Bordar es político ( SoltAr – bordados políticos, de Victoria Estrada y Macarena Mercado Mott), De lo grotesco a lo monstruoso en el arte (Facundo Delgado), Varias actividades didácticas en torno a lo visual  (Silvina Vega , Eliana Bustamante y Luciana Gómez B.) y Producción de Imágenes y Sentido. Identidades y Estéticas Contemporáneas del NOA (Andrei Fernández).

De este último taller voy a hacer un mínimo comentario extra, uno porque pude participar y dos porque es una temática que particularmente me interesa y a la que intento aproximarme. El sentido de mi colección de arte, el sentido de la Residencia MUELA y muchas de las acciones políticas con las que me propongo visualizar lo que se produce en una región, en un territorio determinado, pasan por el filtro de esta búsqueda. Andrei  es tucumana, es Licenciada en Artes Plásticas, es diplomada en Antropología Social y Política y fue la coordinadora de la primer Residencia para artistas en Los Molinos. Ha desarrollado proyectos colectivos de gestión y producción cultural con artistas, gestores y comunicadores del arte de casi todo el país y actualmente se encuentra viviendo en Tartagal trabajando con mujeres de comunidades Wichís y Tobas y sus artesanías. También junto  a Gabriel Chaile en CABA, acompañándolo para su muestra en “Barro”.

Con esta visión tan particular y citas a Boris Groys, Ticio Escobar, Hito Steyerl, Luis Camnitzer, introdujo de un modo accesible un tema del que se puede teorizar densamente. Un taller interactivo con el uso de las imágenes captadas por cada uno de los asistentes con sus celulares en las últimas 24 horas para armar una imagen colectiva de identidad.

Me gustaría cerrar citando con ella a Groys, de “Volverse público”: el arte contemporáneo debe ser analizado, no en términos estéticos, sino en términos de poética. No desde la perspectiva del consumidor de arte, sino desde la del productor.