En esta nueva entrega de Puente Alado, elegimos hacer un repaso por la vida de uno de los historiadores más prolíficos y polémicos de La Rioja. Ácido, extrovertido y dueño de un humor oscuro, Miguel Bravo Tedin se ha ganado amores y odios a lo largo de los años.

Escribe Patricia Espeche – PUENTE ALADO                                07/05/16


Piensa que los historiadores jóvenes saben poco. “La historia es un árbol de frutos tardíos”, asegura y remata: “Para hacer historia, tenés que acumular lectura, trabajo y muchas cosas más”.

Confiesa que lo marcó una infancia llena de libros y la pasión que su madre transmitió a él y sus cinco hermanos.

Nacido y crecido en una época donde aún no había televisión, encontró en la lectura una buena compañía. “Comprábamos muchos cómics. Mi madre se enojó con nosotros un día, y nos quemó todas las revistas en la cocina industrial de la casa”, recuerda.

Un historiador que sin dudas no pasa desapercibido. Las exposiciones mediaticas o presentaciones de libros de Miguel siempre generan polémica, porque sin medir las consecuencias o repercusión, habla sin pelos en la lengua. Opina de personajes históricos que, al igual que él, generan amores u odios. 

En su bibliografía nunca figurará el nombre del político riojano de mas renombre en el país: Carlos Menem. «No me puedo obligar a escribir sobre algo que no quiero, o que no valoro. Entonces yo creo que los políticos en general, de La Rioja o del país, nunca van a merecer  un trabajo de historia hecho por mi», sentencia.

Su primer ensayo se llamó “Dónde la pobreza de la literatura argentina”. Hoy, él mismo lo califica como un acto de pedantería: “debo haber leído veinte libros y ya pensaba que sabía todo”.

Sus primeras letras

A los 16 años, comenzó con el oficio de periodista en el Diario Córdoba, el Diario Orientación y Radio Universidad de Córdoba.

Su deseo por escribir sobre ciencia ficción, lo llevó a estudiar Geología e Historia. Interrumpió sus estudios de Geología cuando ganó una beca para periodistas latinoamericanos en España.

“Era la España del franquismo, de la miseria y de las putas”, cuenta Miguel. La describe como una etapa de vivencias hermosas y recuerda los cafés literarios y las entrevistas a grandes personajes como Alberto de Mendoza, Arturo Vallejo Vera y Ramón Menéndez Pidal.

En el 68’ publicó su primer libro “Cuentos para leer y olvidar”, una recopilación de los cuentos que había publicado en la Voz del Interior y otros nuevos.

Luego vino “La historia del barrio Clínicas”, un libro que cobró gran repercusión por retratar la vida de los estudiantes, actores clave en el Cordobazo del 69’.

En el 71’ ya había publicado tres libros con “Una docena de cuentos escritos”. Ese año apareció la Revista Hortensia, un boom editorial que introdujo en Buenos Aires el humor cordobés y del interior del país. Él fue uno de sus fundadores.

Vivir en La Rioja

Durante la última dictadura militar, eligió el exilio y volvió a Europa, esta vez junto a su esposa con quien años más tarde, se radicaría en La Rioja definitivamente.

Llegó en el año 81’ y comenzó a trabajar en el Diario el Sol, Radio Nacional y el Archivo Histórico.

“Me encantaba estar en el Archivo, pero como era habitual en mí, me echaron”, afirma.

De todas formas, recuerda esa época como una de las más fecundas. Trabajar en ese lugar, le sirvió para comenzar a escribir una larga lista de trabajos sobre la historia de la provincia.

“Si bien pequeña, es quizás una de las historias más originales que hay en el país”, sentencia Miguel.

Siempre inquieto, Bravo Tedín marcó tendencia en el ámbito cultural local, entre otras cosas, abriendo una de las primeras editoriales del interior del país: “Canguro”.

“Me fundí, pero me sirvió para comenzar a pensar en una Ley Provincial del Libro”, relata.

Escribir, escribir y seguir escribiendo

Publicó 35 libros, entre los que figuran títulos como “El Cordobazo”, “La Historia del agua en La Rioja”, “Crónicas de cuatro siglos”, “Llanistos del XIX”, “Belgrano y su sombra”, “Don Juan Facundo”, “Novela de Varela”, “Crónicas próximas”… y la lista sigue…

Su texto más reciente es “Curiosidades del Congreso de Tucumán” y ya se encuentra trabajando en próximas publicaciones.

“Estoy trabajando en ‘La mala leche de las conquistas’, con un enfoque ya no riojano ni argentino, sino más bien latinoamericano. Estoy ocupado en mostrar las formas despiadadas de los españoles, no sólo contra los nativos sino contra ellos mismos”, adelanta.

Supone que “a los riojanos no les va a gustar”, pero también escribirá sobre el humor de Sarmiento.

Luego de este breve pantallazo por algunas instantáneas de la vida del autor, te invitamos a ver el video, con más relatos en primera persona.

 

Edición de video Antonella Sánchez Maltese – PUENTE ALADO