Emmanuel Cabeza es Licenciado en Teatro y constantemente revoluciona la escena artística riojana con distintas iniciativas musicales y teatrales. Desde hace un tiempo, divulga información teatral para todo público en el canal de Youtube Never Use Yellow y, actualmente, impulsa desde allí un concurso de monólogos virtuales. Cómo piensa el teatro y la virtualidad este joven referente riojano, lo hablamos en esta nota.


El objetivo de Never Use Yellow es divulgar y difundir información teatral, sobre artes escénicas y arte en general para todo público.

La idea surgió cuando Emmanuel Cabeza detectó un espacio para explorar y desarrollar contenidos. 

Los teatreros viven de lo que sucede en la escena, aquí y ahora, y a veces se pelean con la tecnología. Al menos eso pensé en ese momento y me pareció un lugar fértil para explorar, dice Emma cuando le preguntamos por la iniciativa.

En YouTube hay un fenómeno de divulgadores en distintas ramas como cine, comics, música, danza. En ese momento no encontré canales sobre teatro que fueran referentes para un público general. Sí había videos muy específicos. Lo que yo notaba en los divulgadores exitosos es que pasaban la información a un formato más sencillo de entender para un público en general. Never Use Yellow se planta desde ahí para que los teatreros se sientan representados. 

Era febrero de 2019 y para comenzar a grabar Emma necesitaba equipos. Hasta ese momento, sólo contaba con su vieja computadora. Se postuló para recibir un subsidio que le permitiera comprar una cámara, luces, una compu nueva… y el dinero llegó en Octubre de ese año.

Desde entonces sube videos todos los meses entre entrevistas, análisis de obras o abordajes de temas de la agenda pública desde la perspectiva de las artes escénicas. También habla de alternativas presenciales para hacer teatro en pandemia, alternativas para aprender teatro en casa de manera virtual, biografías de autores, técnicas de actuación. El contenido es muy variado.

Lo que no sabías que querías saber

Ese es el gancho que Emma elige para escribir sus guiones. 

Utilizar la estrategia discursiva de “te presento este tema que vos no sabías que querías saber” me permite llegar a más gente y, a través de un video, fomentar el interés por las artes escénicas, explica.

Las repercusiones que le llegan son muy positivas. 

Por comentarios o mensajes privados, me cuentan cosas. Por ejemplo, una profe de Calafate que le ponía videos míos a sus alumnos; ó una profe de Literatura que entendió un análisis de una obra de teatro como una obra literaria. De repente, ahí se abrió un espectro nuevo para la gente del ámbito literario.

Un concurso de monólogos en la virtualidad 

Desde su canal y con el apoyo de la Secretaría de Cultura provincial, Emma lanzó un concurso que estará vigente hasta el 13 de junio. La idea corresponde a uno de los ejes del canal que es divulgar el teatro y las artes escénicas a través de internet y reconciliarlas con los medios audiovisuales.

Si bien los videos de Never Use Yellow tienen mucha edición, montaje, un guion técnico que contempla efectos y transiciones, no dejo de hablar de teatro -detalla-. El concurso plantea ese espíritu para que participen grabando un monólogo de principio a fin, en un plano secuencia. Es decir, sin cortes, aunque sí se admite un trabajo de posproducción como agregar textos, sonidos, música, voz en off. Eso es muy importante en los criterios de selección porque apelamos a la creatividad de quienes se presentan y dar lugar a la implementación de herramientas audiovisuales en el teatro escénico. Dentro de lo que he podido ver en el teatro popular creo que eso hace falta. 

Estamos en un mundo lleno de pantallas y hay que encontrarle la vuelta para hacer hablar a nuestro arte desde la contemporaneidad. No podemos seguir haciendo obras como hace 50 años. Es una postura filosófica personal.

La reinvención del teatro

Para Emma, la pandemia aplastó los escenarios y todas las actividades que allí se desarrollan. 

Ha sido muy drástico el aplastamiento. Afortunadamente, hubo dos corrientes de adaptabilidad en la pandemia. Una es todo lo que tiene que ver con teatro virtual: obras por Zoom, Whatsapp, obras que son grabadas y luego vendido el enlace para poder mirarlas… 

Otra corriente insiste con el teatro presencial pero adaptado a la nueva normalidad. Por ejemplo, la obra “Ciclos” en Buenos Aires, se desarrollaba en un paseo en bicicleta. Espectadores acompañaban a las actrices que decían sus diálogos en un recorrido por los parques de Recoleta. La actriz Ana Padilla también presentó un monólogo en una vidriera, poniendo sillas en la vía pública.

Hay varias alternativas que buscaron sacar lo mejor de la situación y apostar por lo presencial. Eso me interesa un montón: que se haya apelado a la creatividad y a las nuevas experiencias para sobrevivir. Ya era hora de que al teatro le tocara adaptarse a los nuevos tiempos aunque haya sido en estas circunstancias horribles.

Por qué pensar la virtualidad como un escenario teatral

Es una cuestión de necesidad personal, reflexiona Emma. Las y los teatristas y teatreros apuestan a lo artesanal, el acontecimiento vivo, al aquí y ahora. Y al verse limitados en ese sentido, quizás a regañadientes encontraron su lugar en la virtualidad. Y ya era hora de que eso pase.

Yo me pregunto por qué la gente no hace obras en Twitch. Cómo puede ser que Tiktok -que es una app que anima a la escenificación, a la representación a aprenderse coreografías- esté tan alejado de las artes escénicas. No debería ser así. Y este encierro nos llevó a darnos cuenta de que o entrás ahí o no estás.

Son necesarias las dos cosas: que la presencialidad se adapte al espacio virtual pero  la presencialidad también necesita nuevas herramientas espectaculares para llamar la atención. 

Me gustaría que el teatro me diera más razones para ir a ver una obra que para quedarme en mi casa a ver Los vengadores. Hay que ponerse manos a la obra y hacer propuestas que compitan con esa espectacularidad y que es una batalla que el teatro viene perdiendo.

Hay que hacer propuestas que incentiven a la gente a seguir viendo teatro, aun existiendo las pantallas y los contenidos on demand.

El teatro se tuvo que adaptar para sobrevivir, aunque aún no está todo dicho. No sabemos lo que va a pasar mañana pero es importante poder pensarlo.