Desde el 12 de diciembre se podrá visitar la reserva natural ubicada a 10 kilómetros de la ciudad Capital de La Rioja. ¿Por qué Juan Caro se convirtió en un atractivo turístico y deportivo? ¿Qué recomendaciones tener en cuenta a la hora de visitarlo? Te lo contamos en esta nota.


Juan Caro es un paraje ubicado al pie del faldeo de montaña de la sierra oriental del Velazco. Es un lugar pintoresco por el entorno montañoso con un microclima que contiene, como principal atractivo, cascadas de alturas promedio de entre 15 y 17 metros de alto, ollas de agua y un entorno de abundante vegetación, vestigios de la yunga que se fue perdiendo de a poco por el calentamiento global. La fauna es otro de los puntos fuertes del lugar: corzuelas pardas, águilas mora, tarucas en el filo de la montaña y hasta ejemplares de yaguarundí pueden verse en la zona.

Su singular belleza hizo de este destino un atractivo turístico recreativo y deportivo.

“Las redes sociales contribuyeron a posicionarlo, en estos últimos cinco años, como uno de los destinos elegidos. Por eso también estamos trabajando desde la gestión para resguardar el lugar y contener también a la gente que lo visita”, afirma el director de Flora y Fauna, del municipio Capital, Alfredo Salinas.

La Reserva Natural de Juan Caro se ubica a 10 km de la Ciudad. Foto: Municipio Capital

Un destino elegido

Por excelencia es un lugar adecuado para bici de montaña porque tiene un ascenso pronunciado permanente de 10 kilómetros con subidas, bajadas, cruce de arroyos, senderos que desembocan en un único punto que es el paraje. El running y el trekking también son actividades atractivas ya que, hay cascadas a las que sólo puede accederse caminando durante tres horas. 

El avistaje de aves, es otra actividad que se viene impulsando desde el municipio por la gran cantidad de especies que habitan el lugar.

“De hecho reinsertamos más de 80 reinamoras incautadas desde la Dirección de Flora y Fauna municipal, a través de controles en el acceso al paraje. Contando los meses de pandemia, incautamos más de 150 tramperos y pudimos reinsertar el pepitero de collar o venteveo y reinamoras”, detalla Salinas.

El microclima del lugar lo convirtió en uno de los principales atractivos de la Capital. Foto: Municipio Capital

Cuidar una reserva natural

La ordenanza N°5015 del 2012 que declara a Juan Caro como un área natural municipal protegida, comprende también otros parajes como El Duraznillo, Las Cañas y El Cantadero.

Desde el Gobierno municipal buscan garantizar el acceso libre y gratuito con un amplio control. “Estábamos teniendo entre 50 y 200 personas que visitaban el lugar los fines de semana sin ningún tipo de control ni registros, por lo que el impacto era grande y las posibilidades de accidentes también”, cuenta Alfredo.

La basura es otro de los puntos importantes a la hora de preservar el lugar.

“Sacamos 5 camionetas de caja larga llenas de basura que había en las orillas de los arroyos, sendas adentro. Desde papeles de baño hasta sobres de gel, turrones, papeles de todo tipo y botellas de todo tipo. El lugar ha quedado limpio y la gente tiene que ser consciente de que allí no van a haber contenedores porque lo que buscamos es educar a la gente que va a zonas agrestes. No existe un contenedor en la montaña y nosotros mismos debemos contener esa basura que generamos”, explica Alfredo Salinas.

Desafío para la temporada

Desde el 12 de diciembre se habilitará el acceso a los senderos internos del área, bajo estrictos protocolos de seguridad.

Además de la señalética instalada en el lugar, se implementará un sistema de registro en una posta de control, de lunes a lunes.

En el lugar se instaló señalética informativa. En la foto: el director de Flora y Fauna, Alfredo Salinas junto a la intendenta Inés Brizuela y Doria. Foto: Municipio Capital

Una guardia permanente controlará el ingreso y garantizará, entre otras cosas, la prevención de incendios, depredación y tráfico de flora autóctona y fauna avícola.

El fin es resguardar el bienestar de los asistentes y proteger esa área de la devastación. 

Quienes asistan a Juan Caro, deberán registrarse al ingresar y al salir, en grupos de hasta cinco personas.

En el caso de menores de edad, podrán ingresar solo a cargo de adultos. 

En el caso de los Guías, sólo ingresarán si están habilitados como prestadores de servicios. 

En los puestos de control además, se brindará información y recomendaciones de seguridad, para mantener a su vez, el lugar libre de basura y preservar la flora y fauna así como garantizar el cuidado del acueducto que abastece a pobladores de la zona.

«Más que turístico, esto tiene una connotación de área protegida que se debe preservar. Allí sí se podrán hacer actividades de distinto tipo, pero cuidando el lugar”

“Algo muy importante es que la gente que lleve a cabo actividades lucrativas en el lugar, deberá registrarse como prestadores de servicios, porque sucedía que gente convocaba a otra gente cobrando, pero no contaban con planes de evacuación o planificación previa ante contingencias. Entonces buscamos regular también esta actividad, para resguardar al ciudadano y para que contrate a alguien idóneo. Al mismo tiempo brindaremos capacitaciones sobre cómo manejarse en el lugar en cuanto a seguridad.», concluye Salinas.

Esta temporada plantea, sin dudas, múltiples desafíos en un contexto de pandemia en el que la actividad turística y recreativa es la gran apuesta de los gobiernos para paliar la crisis que nos atraviesa. Quedará en nosotros, como ciudadan@s, saber aprovechar las oportunidades para conocer La Rioja, apuntalar nuestra economía y cuidar nuestros lugares.