Rata libre: un espécimen literario

Amantes de las letras y los fanzines, seis jóvenes amigxs, se unieron para generar cosas nuevas. “Movidos por la insatisfacción”, patean el tablero e invitan a compartir el gusto por las letras con una impronta diferente.

Es una siesta fría y gris, pero lxs seis ratas libres salen de su guarida dispuestxs a conversar. Entre risas y charlas, entramos en calor y vamos a lo nuestro.

Martín, Majo, Victoria, Euge, Facu y Andrea, sentadxs en el anfiteatro de la plaza, nos cuentan de qué va este grupo que gestiona actividades culturales y edita fanzines desde hace un año.

“El objetivo es establecer ciertos temas en la agenda cultural de la provincia. El proceso de creación literaria y, principalmente, el arte como un trabajo. A la vez, difundir literatura contemporánea para generar un movimiento de autores. Sabemos que hay muchos jóvenes que quieren escribir y queremos darles un espacio para que puedan experimentar la literatura”, dice Martín. Es que saben que no están solxs ni aisladxs, que hay más gente dispuesta a confluir en ese punto de encuentro que se genera con cada actividad: “Hay un feedback: ellos opinan, nosotros sacamos ideas y hasta ahora nos está yendo muy bien. La idea es justamente generar un público que sabemos que está pero hay que apelar a él”.

Un público “under” y un sentido de comunidad

¿Quiénes son entonces las personas que se suman a las propuestas de Rata Libre?

Victoria lo define como “un público under” y distinto. “Lo que tiene Rata Libre es que apunta a muchas cuestiones. Más allá de lo literario, del fanzin o de los recitales de poesía, hacemos fiestas y talleres. Entonces la gestión cultural va más allá de lo que podamos hacer en el mundo de los libros. Viene gente que es más de la música, de las artes plásticas o simplemente de una cultura más under donde confluyen un montón de otros lenguajes. Nuestro público es también un espécimen que refleja lo que somos”. 

Literatura nuestra de cada día

Rata Libre canaliza la necesidad de contar y conocer lo propio. “Lo que escribimos o leemos, habla de nosotros” -explica Eugenia-, “porque los textos que llegan generalmente son los que reproducen realidades que no son las nuestras. Ya sea los que son externos (porque respondemos a una relación centro-periferia); o los que sí son nuestros pero defienden una visión más tradicional que no pasa por los problemas que tenemos hoy: la urbanidad, el crecimiento de la población… En ese sentido por ejemplo, una rata es eso que está ahí presente, que por ahí nos puede incomodar pero que es parte de lo nuestro”. Remarca que las personas con las que terminan dialogando son personas que traen la misma búsqueda. “El corte no es por lo literario, como decía Vicky, sino que termina haciéndose por esta visión de producción y estética que busca decir algo de manera personal. No una mera reproducción de un estilo”.

Facundo, por su parte, hace hincapié en hablar de lo cotidiano explorando los distintos géneros literarios. “Por ejemplo, desde el terror que es más en lo que yo me muevo, no hace falta ir hasta un hotel de Transilvania, siendo que acá a la vuelta de mi casa pasan cosas horrendas. Al mismo tiempo, podemos denunciar todas esas realidades que vivimos constantemente, metafórica o explícitamente”.

Una apuesta a la autogestión

Son seis personas que se organizan para impulsar dos ejes. Por un lado, la gestión cultural y, por otro, la edición literaria en formato fanzin.

“La gestión se nos presenta bastante clara en esta etapa. Nos enfocamos en difundir la literatura y enriquecer el panorama literario. Ya invitamos a dos escritores, uno de Mar del Plata y otra chica que trabaja en Eterna Cadencia. Con eso pudimos ver que lo que hacemos acá también se está haciendo en otros lugares. Repensar La Rioja rescatando la tradición pero sumando nuevos puntos de vista”, remarca Martin. De hecho, el primer fanzin que editaron contenía historias de terror riojanas. “Entonces por qué tomar como modelo una novela de Stephen King que pasa en EE.UU, cuando acá hay mucho material para hacer terror”, plantea.

Además de los conversatorios, ya realizaron fiestas temáticas. “Hicimos el “aquelarre” donde tenían que ir disfrazados de terror, o la “fiesta grotesca”. Por otro lado, tenemos la producción. No solo editamos sino que también escribimos. Hicimos el fanzin de terror, ciencia ficción, de poesía contemporánea, el de las pibas y el de sátira. Y ahora estamos armando el poemario”, detalla Eugenia.

Para motorizar estas acciones, hubo una inversión inicial. “El primer fanzin lo hicimos con plata que puso cada uno. La primera tirada se vendió muy bien -se vende casi a precio de costo- y con eso financiamos la primera fiesta… y así fuimos generando ingresos para las actividades. Ahora pasamos la gorra en algunos eventos”, cuenta Majo.

Un manifiesto posible

En las acciones que impulsa Rata Libre, se nota un marcado posicionamiento político que podría resumirse así:

  • La autonomía económica para mantener una línea literaria independiente.No ser subsidiarios de lo económico. Invitar a otros a sumarse pero no depender de otros” (Euge).
  • Hablar de un mercado cultural que legitime a quienes forman parte de eso produciendo y consumiendo literatura. “Por eso el fanzin justamente es una revista de fanáticos o de gente que le gusta tanto algo que decide comunicarse a través de eso. Hay un sentido de comunidad muy fuerte” (Euge).
  • Apostar a la profesionalización. “Es decir, que se valore la actividad literaria como un trabajo y que genere un ingreso económico”. (Martin).
  • Marcar un posicionamiento político con lo que escriben. “Tenemos ganas de hacer un fanzin de cuentos policiales, de género de investigación. Lo queremos hacer hace muchos meses, pero decidimos hacer una sátira burlándonos de un montón de cosas que pasan con la burocracia, en la universidad, en un montón de instituciones… Y descartamos esa idea que teníamos de explorar un género que nos gusta mucho para reírnos de esas cosas que nos pasan” (Facu).
  • La autopublicación. “ Yo creo que ese es un fenómeno que ya se viene dando en La Rioja. Muchos autores se han autopublicado de algún modo, con plaquetas que encontramos en las bibliotecas. Nosotros continuamos con eso pero con una actitud disidente de las instituciones que pregonan la distribución de los libros y el despliegue de autores. Nosotros decidimos que no queremos ir por ahí. Quizás algunos piensen que somos un poco anarcos y sí… Es nuestra actitud ante el mundo como grupo. Pero entendemos que la coyuntura del mercado editorial y de la cuestión política en las artes estaba coptado por el Gobierno. No nos interesa una literatura y un hacer artístico desde el mecenazgo” (Victoria).

Una mirada crítica a la Ley del Libro

Ir por fuera del sistema tiene una razón de ser para Rata Libre. En nuestra provincia existe una ley que promueve la edición literaria bajo la tutela de la Secretaría de Cultura provincial. Sin embargo, ante los ojos de estxs jóvenes amantes de la literatura, no existe un cuidado en las obras que se publican.

“Falta trabajar los textos, revisarlos, corregirlos. Creemos que la Ley del Libro sirvió mucho en algún momento pero que hoy carece de un criterio editorial para publicar. Podés encontrar cualquier tipo de libro sin una corrección básica… y nos referimos a cuestiones ortográficas…Eso nos preocupa mucho. Por eso ahora nos estamos organizando y va a haber una parte del grupo que se va a dedicar a editar exclusivamente, primero nuestros textos y después iremos encontrando autores para publicar”, explica Martin.

La coyuntura entre el papel y lo digital

Si bien no descartan ahondar en las publicaciones digitales, todavía es una materia pendiente. 

Mientras tanto, se permiten algunas reflexiones en torno a los soportes.

“Por ahora todo lo que publicamos fue en papel, aunque tratamos de innovar en las formas.

Nos interesa un trabajo digital que en la literatura contemporánea está muy presente. Estaría bueno canalizar todas las inquietudes en el mundo digital y en algún momento concretarlas. Hay editoriales digitales que nos permitirían llegar a nuevos públicos”, dice Victoria.

Para Euge hay toda una discusión sobre si habría que abandonar el papel o si el papel va a desaparecer. “Los soportes se refuncionalizan. Ha pasado con la radio y con la televisión, está pasando con internet. En el caso del papel, yo creo que esta es la forma más ecológica de usarlo porque en lo literario el papel no se tira. Lo tenés en tu casa y si ya no lo querés más incluso lo podes donar. Todavía hay gente que prefiere leer en papel”. 

Facundo no termina de confiarle a la web el destino de sus textos. “Hay un montón de literatura contemporánea en las redes pero después se pierden. A mí no me gustaría escribir y publicar un microcuento que solo voy a volver a ver en un año cuando Facebook me lo recuerde. Me da miedo que internet me lleve un texto, porque yo me lo tomo en serio”.

Por lo pronto, en el blog ratalibre.wordpress.com pueden verse algunos textos. “Yo personalmente creo que la crítica es importante en todas las artes. Y en el blog hacemos un poco eso”, puntualiza Martin.

Seguir andando

Hace unos días comenzó un ciclo de “Poetas malditos” que abrió con Charles Bukowski en la librería Rayuela; y Facundo ya dictó el primero de tres encuentros de un taller de microcuentos en la Biblioteca Popular Mariano Moreno.

“También se viene un poemario de nuestra compañera Euge. El título provisorio es «Leí y colgué» pero seguro lo vamos a cambiar”, anticipa Andrea, y destaca el aprendizaje que implica editar por primera vez un poemario en fanzin: “Hay poemas que son ínfimos, son tres líneas… ¡Y de eso sale un debate!. Estamos en etapa de corrección y diseño. Llevará ilustraciones, nos entusiasma un montón eso”.

Y así se va terminando este encuentro… Antes de despedirnos, nos animamos a pedir un poquito más… algo que nos permita experimentar la literatura al estilo Rata Libre… ¡no te pierdas el video!

La Rioja, 27 de agosto de 2019