A nivel mundial, las prácticas culturales asiáticas, incluso su gastronomía y sus deportes, lograron instalarse con gran popularidad; La Rioja no es una excepción. Cientos de jóvenes transitan las calles céntricas con sus polleras tableadas, su estética cuidada, sus colores llamativos y sus extraordinarias coreografías. Para ellos, esto no es tan solo una moda, sino un auténtico estilo de vida.


Ser Otaku o K-poper se convirtió casi en una mala palabra. Son hostigados en las escuelas, reciben los más variados y desagradables insultos, y son constantemente puestos en el ojo del prejuicio de una sociedad que todavía no logra comprenderlos. Pero, ¿Qué separa a esta cultura tan peculiar de una moda más?

Juan Pablo Lochbaum se podría decir que es uno de los primeros seguidores de esta movida y hoy ve con buenos ojos cómo cada vez más jóvenes se animan a expresar sus gustos. Él, junto a un grupo de amigos, fueron los encargados de convertir en realidad la “Otakai”, el evento más grande de Otakus en la provincia.

Otakai en el Paseo Cultural (Año 2015)

“Yo empecé a asistir a unas juntadas que se realizaban en un cyber, allá por 2009. Éramos un grupo de chicos interesados en la cultura japonesa y nos reuníamos cada sábado a compartir lo que sabíamos y lo que nos gustaba”, cuenta Juampi. Pero el tiempo fue pasando, más personas se fueron sumando y su pequeño lugar de encuentro ya no podía contener la gran cantidad de interesados que se acercaban a conocer un poco más de este mundo.

Según relata, “Otaku” es visto como un término despectivo en Japón, ya que hace referencia a personas con un interés obsesivo por cualquier tema en particular. Aquí, el término es acuñado para describir a quienes son aficionados al animé y al manga, aunque nunca falta quien busque desacreditarlos. “Es como una subcultura de la cultura japonesa”, explica y agrega que no sólo prestan atención a este tipo de “historietas” sino que ponen especial énfasis en tradiciones, costumbres e ideas.

“Kame Hame Ha”: Mario Castañeda, la voz de Goku, en su visita a La Rioja (Año 2018)

Y así, casi sin pensarlo, lo que empezó como un juego entre amigos, terminó llegando a la cumbre de sus logros en la Otakai de 2018, cuando lograron traer como invitado nada más y nada menos que a Mario Castañeda, la inolvidable voz de “Goku”.

“Empezamos con un simple concurso de Cosplay, pero por pedido de la gente comenzamos a sumar más cosas que acá no había, como stands con accesorios, concursos de videojuegos, comidas e incluso exhibiciones de baile, hasta llegar al 2018 cuando metimos miles de personas fanáticas de Japón en MyM, con todo lo que eso implica”, cuenta casi incrédulo.

De todo este relato, hay un punto clave a destacar: la Otakai se convirtió en un lugar de encuentro, en un lugar de contención para los incomprendidos. Así es como lo ve Juampi once años después de comenzar a transitar este mundo, porque lograron rescatar a chicos que no tenían dónde estar y que aguardaban ansiosos la llegada de un nuevo evento para “sentirse como en casa”.

La fortaleza de los lazos

En un mundo cada vez más individualista y competitivo, promover la unión y el compañerismo es casi revolucionario. Resulta llamativo que, de quienes forman parte de esta movida, todos coinciden en que llegaron a constituirse “como una familia”. Hay una predominancia del grupo por encima del individuo.

El éxito del talento surcoreano deja en claro su lado positivo: la contención, la aceptación, la amistad y hasta las buenas acciones, así como lo cuenta Rita Oro Gregoriadis.

Grupo Bangtan Boys Argentina – sede La Rioja, en una de sus colectas solidarias

“En Corea, la gente suele festejar el cumpleaños de sus ídolos con eventos especiales y lo quisimos reflejar en la provincia con buenas acciones”, relata. Así, hubo festejos en merenderos, colectas de sangre y hasta colectas en beneficio de animales callejeros. No obstante, pareciera que todo este trabajo se ve eclipsado con comentarios como “adolescentes tardíos” o con fuerte contenido xenófobo hacia lo que simplemente “no se conoce”.

“Noctámbula” y cultura K-pop como fuente laboral para emprendedores

Para Rita, su fanatismo que nació por BTS implica incluso una fuente laboral. Junto a su mejor amiga, Viviana, se dedican a vender accesorios, stickers y polaroids de las principales bandas de K-pop. Para sorpresa de muchos, “las cosas se vuelan en cuestión de minutos” en cada feria a la que asisten.

Desde su mirada, “la gente no lo entiende y ve solo lo superficial”; pero, por el contrario, Rita asegura que en esta comunidad encontró grandes amigas, de todas las edades, que gracias al apoyo que sienten de sus ídolos hoy predican el “Love Yourself” (amor propio), el respeto, la unión y la creación de fuertes vínculos que perduran en el tiempo. “Más allá de la música y sus letras, siembran algo y no se va más, porque para los más chicos puede ser una moda, pero para los más grandes es distinto”, sostiene.

Algo similar ocurre con “Sunshine”, un extraordinario grupo de dance cover que nació en la provincia en el año 2017, con tan solo 5 integrantes, y que al día de hoy ya posee 23 miembros. Para ellas, ya no es un juego o una diversión; lo toman con el profesionalismo de un auténtico grupo de baile que concursa, se esfuerza y busca llevar su trayectoria hacia lo más alto. Inclusive realizan audiciones para determinar quiénes podrían ser los nuevos integrantes.

“Sunshine”, en su portada de presentación del dance cover “Dynamite”, de BTS

“Todavía no se le da la importancia que debería tener. Nosotros invertimos tiempo y dinero en esto, porque no es un hobby y no nos gusta hacer una presentación que no sea buena, pero lamentablemente todavía tenemos pocos espacios para desarrollarnos”, considera “Mei”, la líder del grupo. Quizás, uno de los pocos lugares, lo encontraron en el área de juventud municipal, casi por casualidad.

“Cada vez que llegaba a trabajar a la Municipalidad veía que estaba lleno de chicos en la zona del patio, que utilizaban los vidrios del edificio para practicar coreografías”, cuenta Rocío López Costa, directora de Juventud del Municipio Capital. Un día decidió acercarse, charlar con ellos, y así conoció este gran movimiento al que caracteriza como “sano”, “sin prejuicios” y en constante evolución. A partir de allí, sin dudarlo decidieron acompañar esta “cultura emergente”.

Hacia una mirada superadora

La historia se repite en cada testimonio: el bullying y los ataques son moneda corriente para la sociedad, pero hacia adentro de esta comunidad solo prima la contención. “Disfrutamos tanto lo que hacemos que nos termina sacando de la rutina y esperamos toda la semana para que llegue el momento de encontrarnos. Somos como una familia, que sabemos lo que queremos y lo que necesitamos, y que nos terminamos uniendo a partir de los mismos gustos”, cuentan las chicas de “Sunshine”, que tienen tan solo de 14 a 20 años y ya lo entendieron todo.

Algunxs integrantes de “Sunshine” dance cover. Actualmente son 23: Mei, Lolo, Nachito, Sire, Nari, Mal, Leena, Gigi, Isa, Mili, Yoongo, Omi, Ambli, Luka, Ann, Ily, Vale, Lin, Nai, Lila, Conty, Sofi y Nana

Otakus y K-popers llegaron para quedarse en esta “aldea global” cada vez más mediatizada -en términos del teórico Marshall McLuhan-. Es momento de que la sociedad les dé el espacio que se merecen y que reclaman desde hace tantos años.