Juan Arabel presentó “Plegaria”, el primer sencillo de su disco “Trigo”, producido en plena pandemia y en su propio estudio de grabación “Pueblo Nuevo”. Cada mes podremos escuchar en todas las plataformas una nueva canción de este, su cuarto trabajo discográfico.


La pandemia que nos pone a prueba en todos los aspectos de la vida, ha llevado a lxs artistas a experimentar nuevas formas de crear. Este es el caso de Juan Arabel, el músico riojano que reside actualmente en la provincia de Córdoba y desde allí, genera nuevas formas de seguir produciendo.

“Yo te daré la memoria que precisan estos tiempos. Deconstruirse pleno por dentro para aliviarnos el alma, para encontrarnos despiertos, viendo el sol de un mismo cielo, sostiene la “plegaria” de Juan que, paradójicamente, fue escrita cuando las palabras “cuarentena”, “pandemia” y “distanciamiento social” aún no llegaban a nuestras conversaciones cotidianas.

En Puente Alado conversamos con el autor sobre este trabajo.

P.A.: Hablanos de Plegaria. ¿Cuál es la historia de la canción y por qué la elegiste como el primer sencillo de Trigo? 

J.A.: Plegaria es una canción que nació a comienzos de agosto del año pasado. Venía de culminar un proceso con mi banda y con mi último disco que fue muy hermoso pero muy cansador, me había consumido mucha energía, y en esa energía estaban también las ganas de componer. En ese momento decidí descansar y frenar con la actividad musical, dedicarme más a estar en mi casa y recuperar esas ganas de estar con el instrumento. Extrañamente ese proceso duró muy poco, a la semana ya estaba con la guitarra moviendo los dedos. Pero sentí un cambio inmediatamente, sobre todo con la conexión “Lúdica” que tiene la composición. Me daba cuenta que hacía mucho tiempo que no jugaba con la música. Yo tengo una maña muy particular que es ver deportes en la tele los domingos mientras toco, casi en modo automático, y de ahí suelen salir muchas ideas. Volver a esa actividad casi terapéutica con la música me hizo comenzar a ver las cosas de nuevo como hace mucho tiempo. Hace años que no lo hacía, y eso fue un despertar para mi con respecto a la música y a mi vida como músico. 

«Plegaria» está disponible en todas las plataformas digitales

En ese contexto nació Plegaria, no fue la primera que compuse para este nuevo álbum pero sí la primera en esta sensación, o en esta cruza de emociones que viví en aquel momento. La canción fue cobrando entonces un carácter de rezo, un pedido hacia mi mismo, plantearme un camino hacia lo profundo para curar heridas y mirar hacia delante recargado de ese amor y esa genuinidad que sentía haber perdido. Paradójicamente en esos días se avecinaba el cumpleaños de una sobrina del corazón, la hija de uno de mis mejores amigos y compañeros más cercanos. Y terminé la canción pensando en esa niña, y en el futuro que le depara, que está en nosotros desmalezar el camino y acompañar hacia un mundo mejor. 

Creo que elegí inconscientemente que sea la primera canción adelanto del álbum por todo esto que te cuento, y en medida también porque quien la produjo (Fede Lucero) era una persona a la cual tenía cerca y podía vivir el proceso de producción dentro de la pandemia. Y fue así que se fue gestando el sonido y el concepto de todo este álbum.

P.A.: ¿Cuándo estará disponible el disco?

J.A.: Si todo va bien tengo pensado el lanzamiento del disco en el mes de Febrero próximo. Mes importante para nosotros, esperemos que todo vaya mejor para esa época. Mientras tanto están programados un lanzamiento por mes hasta el día de la presentación del álbum completo. Va a ser un trabajo largo, de 12 o 13 canciones, y absolutamente producido, grabado y mezclado en mi casa, en mi estudio de grabación personal, llamado Pueblo Nuevo. Eso también implicó un proceso de aprendizaje y aceptación como productor y mezclador, dos etapas que en lo técnico requieren mucho estudio y mucho bagaje. Y que he ido aprendiendo rigurosamente con los discos anteriores.

P.A.: A pesar de la pandemia, seguís haciendo cosas. ¿Cómo repercutió la cuarentena en tu trabajo?

Juan Arabel en su estudio «Pueblo Nuevo». Foto: Koky Schroeder

J.A.: Tuve la suerte de invertir a comienzos de año en el estudio de grabación, gracias al premio conseguido en Ibermúsicas -fue el ganador por Argentina del premio a la Creación de Canciones 2019– y otros ahorros. Eso me permitió mantenerme activo y enfocar mi actividad musical en esta faceta, produciendo, grabando y mezclando trabajos de otrxs artistas. Esta situación adversa trajo también varias aristas en las cuales me he puesto a reflexionar. Una de ellas es que es muy importante formarse, invertir y estudiar en profundidad todo lo que esté cercano con la música y que no se enseña en las instituciones, desde la tecnología, el audio, marketing, etc. Porque es ahora donde esas herramientas te salvan.

Por otro lado, los músicos nos damos cuenta de lo desabastecidos y abandonados que estamos en la sociedad, sobre todo la desprotección por parte del Estado es alarmante. Las malas y oportunistas políticas culturales que acarreamos desde hace años se reflejan en este contexto. Los que vivían de tocar en vivo están prácticamente en la lona, no hay una estructura que nos proteja. 

P.A.: ¿Cómo fue la experiencia de los conciertos multimedia?

J.A.: Las experiencias de tocar en el formato streaming fueron interesantes, al principio emocionantes y se sintió la adrenalina similar a un concierto en vivo. Pero a medida que pasó el tiempo el formato nos fue desgastando, tanto al público como a los artistas. La magia de tocar en vivo es la interacción y la energía de ida y vuelta con quien está a pocos metros de vos escuchando la música. El streaming nos ayuda a mantener un ingreso tocando pero nunca será lo mismo. Esperemos que no pase tanto tiempo sin poder encontrarnos en el ritual del concierto.

Hasta que ese momento llegue, los dispositivos multimedia nos acercan a la música de un artista que consolida su impronta con este nuevo trabajo y que nos deja expectantes ante lo que vendrá, siempre con la música como bandera.