Con la responsabilidad de ser el primer rodaje cinematográfico nacional que se reanudó con protocolos, el de la película Ex Casados de Sabrina Farji marcará también un nuevo horizonte para la industria audiovisual de La Rioja. Los viñedos de Chañarmuyo fueron escenario y protagonistas del film que encabezan Josefina Aruzzi y Roberto Moldavsky.


*Escribe Álvaro Vildoza

“Los viñedos para mí tienen una connotación de mucho placer, de algo de romance, y también algo de ese berretín de ‘me retiro y me voy al campo’, pero con más sofisticación”, explica a Puente Alado Sabrina Farji (“Cuando ella saltó”, “Eva y Lola”, “Trópico”), directora y co guionista de “Ex Casados”, una comedia que cuenta la historia de una ex pareja con distintas miradas sobre el mundo, que luego de dos años de separados vuelven a reunirse para dividir sus bienes. Un accidente los reencuentra en Buenos Aires y viajan al viñedo que tenían en La Rioja, donde comienzan a vivir momentos juntos bajo los atardeceres del valle de Famatina.Las locaciones riojanas fueron la bodega, la finca y la casa de huéspedes del emprendimiento Chañarmuyo, ubicado a unos 86 kilómetros de Chilecito (y a 56 km de Famatina) y productor desde hace más de 15 años de vinos premiados en el mundo. A 1720 metros de altura, entre la precordillera andina y rodeados por las Sierras de Paimán y las del Velazco más allá, se extienden los viñedos que le dan marco a la historia de este matrimonio que parece terminarse.

Y si de ocasos se trata, el equipo técnico quedó maravillado con los paisajes del valle al atardecer. La “hora mágica”, el momento del día en el que cae el sol y otorga una luminosidad característica, dura unos 20 minutos en lugares donde no hay montañas. “Pero en La Rioja el sol se iba ocultando detrás de los cerros, lo que nos daba cerca de una hora para trabajar la fotografía. El paisaje cobra mucho protagonismo, sobre todo en las escenas en las que la pareja dialogaba”, cuenta Hugo Colace, el director de fotografía de la película.

El brindis del fin de rodaje, celebrado bajo las estrellas en la finca, tuvo sin dudas un sabor de triunfo. Es que el rodaje de Ex casados fue el primero en el país que se reinició luego de una larga y forzada pausa debido a la pandemia. “Fuimos los primeros y ahí había una responsabilidad muy grande porque queríamos que saliera bien. Si salía mal era volver todo para atrás. Por eso nos cuidamos mucho”, remarca Farji.

La pre producción en pandemia

El largometraje comenzó a rodarse en marzo en Buenos Aires. Al mismo tiempo, la productora ejecutiva de la película se lanzaba a la búsqueda de locaciones fuera de la gran urbe. Desde la Dirección de Cine de La Rioja, creada a principios del año pasado y dependiente del Ministerio de Turismo y Culturas, se pusieron rápidamente a disposición para comenzar a trabajar en conjunto y realizar las escenas de exteriores de la película.

“La idea era que el equipo llegue a La Rioja a filmar el 20 de marzo”, relata Hebe Estrabou, quien encabeza la Dirección de Cine. “Trabajamos muchísimo para que suceda, pero la pandemia interrumpió el rodaje y provocó un gran daño económico a la producción”.

Sabrina Farji

En los casi nueve meses que duró la pausa, Farji trabajó sobre el guión de la película para reformular algunas escenas y se comprometió a buscar soluciones y proponer protocolos para reanudar la actividad cinematográfica, una de las últimas en poder volver a trabajar. La Dirección de Cine de La Rioja, en tanto, avanzó en la elaboración de un protocolo provincial que fue autorizado por el Comité Operativo de Emergencia, un mes antes de la llegada del equipo de rodaje.

“Desde la provincia se acompañó con la logística en todos sus aspectos, para que el equipo pudiera trabajar de manera coordinada y precisa”, explica Estrabou. Durante las semanas previas al rodaje, un grupo de profesionales de la Dirección de Cine, de la Secretaría de Turismo y Rodrigo Maciel, el productor local contratado por la productora, recorrieron y registraron fotográficamente las potenciales locaciones. “Desde La Rioja me enviaron fotografías de ciertos espacios y escenarios naturales en distintos horarios y así pude realizar un plan diario de rodaje en cada locación”, detalla Colace.

Caseta en Pituil

Al scouting se sumaron otras tareas, en las que la colaboración de las áreas de la Secretaría de Turismo, el Municipio y la Dirección de Turismo de Famatina, y otras áreas de gobierno, fue clave. Uno de estos casos fue el de una pequeña y pintoresca caseta a la entrada de Pituil. “Cuando fuimos a buscar las locaciones llegamos a la entrada de Pituil, donde estaba la policía para el ingreso al departamento Famatina. Nos detuvimos y vimos esta caseta muy hermosa, con las montañas detrás, al costado de la Ruta Nacional 40. Era “el” lugar pero estaba deteriorado el espacio físico. Hablamos con el municipio de Famatina y ellos lo pintaron y acondicionaron. Quedó precioso, fue una locación para la película y hoy sigue siendo la base de los controles de entrada. Tal vez en un futuro pueda ser un punto turístico y se reconozca como el lugar donde se filmó la película”, cuenta Estrabou.

Caseta en PituilPara el Ministerio de Turismo y Culturas, la repercusión nacional e internacional de la película va a ser muy importante por los circuitos de exhibición que va a alcanzar, por lo que se acordó una importante promoción de los paisajes riojanos, de la producción vitivinícola local, y al mismo tiempo se logró la contratación de técnicos y actores locales. A todo eso se añade el posicionamiento como locación de rodajes en todas las escalas.Lo que tiene de bueno la industria audiovisual es que desparrama recursos de todo tipo. Para hacer una película uno necesita desde gente que esté capacitada en rubros técnicos específicamente cinematográficos o actorales, pero también hay un montón de otros rubros que no son específicos, como por ejemplo, el servicio de catering o una locación en sí: el viñedo donde estuvimos, los hoteles en los que nos alojamos, las comidas, los traslados. Son servicios. En este caso creo que fueron muy creativos para resolver las cosas que nosotros necesitábamos, sobre todo en medio de la pandemia. Estamos muy contentos”, cuenta Farji.

Rodaje entre cerros y testeos

El 9 de diciembre Farji cantó el primer “¡Acción!”. La Rioja volvía a ser escenario de una nueva producción cinematográfica nacional. Los protocolos consistían en un primer control de testeo, uso y recambio de barbijos todo el tiempo y luego tomas de temperatura diarias a las casi 30 personas en total entre técnicos, actores, extras, encargados de catering y el personal de salud que estuvo presente durante los 4 intensos días que duró el rodaje. Además, se mantuvo el distanciamiento en traslados, en el set y en los momentos de distensión.

“El cine tiene como una cosa, como un «glamour», pero cualquiera que esté en un rodaje se da cuenta de que de glamour no hay nada, porque trabajamos muchas horas, con calor, con frío, pero igual tiene ese halo de glamour y la gente se divirtió mucho, le gustó compartir con nosotros esos días”, dice Farji y agrega: “Jorgelina Aruzzi y Roberto Moldavsky son dos actores muy queridos, entonces todos eran muy cálidos con ellos. Y con la gente que nosotros contratamos en los rubros técnicos o actorales se dio algo hermoso, la verdad nos gustó muchísimo compartir y nutrirnos mutuamente de las experiencias”.

Sabrina Farji, Martín Ptasik y Cristian Tapia

“Nos encontramos en La Rioja con un equipo  que trabajó con mucho entusiasmo y sin el cual sin dudas no hubiéramos podido hacer todo lo que hicimos. La Rioja tiene paisajes soñados y gente con muchas ganas de trabajar, así que es un lugar super recomendable para ir a filmar”, cuenta satisfecha María Vacas, la productora ejecutiva de la película.

En los rubros técnicos y de producción trabajaron seis riojanos. Mientras que Martín Ptasik, gran conocido del mundo audiovisual local y fallecido a fines de diciembre pasado, tuvo una felicitada participación actoral. Como extras participaron trabajadores de la Finca Chañarmuyo y vecinos de Pituil.

Henry Chirino, el responsable de la Casa de Huéspedes de la finca comenta: “Nos llena de orgullo y placer haber contado con la filmación y el cierre de la película aquí en Chañarmuyo. Es una oportunidad de colocar a La Rioja en alto y más allá de dar a conocer el lugar de la provincia en la industria del vino, nos encantó compartir la experiencia con los artistas y el equipo de trabajo. El personal del hotel estaba contentísimo porque tuvimos unos huéspedes excelentes. Venía Moldavsky y conversaba con todos, se metía en la cocina. Todos lograron sentirse como en su casa y nos lo hicieron saber.”

Para Hugo Colace, experimentado y respetado director de fotografía, los desafíos de grabar los exteriores de esta película en La Rioja, sin equipos importantes de iluminación, tuvieron que ver con las variaciones entre el sol y las sombras durante las tomas, sin embargo, el tiempo los acompañó durante todo el rodaje. “Los días fueron hermosos, había un nublado por las tardes que nos vino muy bien. Utilizamos tamizadores y aprovechamos las tardes y las sombras naturales del viñedo y de otras locaciones. Hay una escena muy linda que se grabó con un dron en la que el paisaje se torna espectacular mientras el auto se desplaza por la ruta”.

“Se relentificó un poco todo, un poco bastante, se encareció todo muchísimo. Pero bueno, te acostumbrás”, relata Farji sobre el regreso al set. “Es ser consciente de trabajar en espacios abiertos, de no aglomerarse. Tuvimos que poner más monitores para no estar todos metidos juntos mirando el mismo para ver cómo se van dando las cosas. Nuestro trabajo tiene mucho que ver con estar cerca, es muy de tocarse. Entonces eso era muy difícil. O a la hora del almuerzo estar cada uno en su mesita, cosas a las que uno tiene que acostumbrarse. Había un plan, un esquema de citaciones y testeo de COVID de acuerdo a las escenas que íbamos rodando, sobre todo con el elenco”.

El sueño de una industria riojana

“En La Rioja hubo distintas experiencias de rodajes nacionales de este tipo, aisladas en el tiempo unas de otras”, recuerda Estrabou y enumera algunas como “La Maestra Normal” (rodada en 1995 mayoritariamente en Sanagasta), “Cabecita Rubia” (en Aimogasta y Anillaco en 1999), “El Bumbun”, la primera película realizada por director y productor riojanos (en 2008 en Castro Barros), “Rebelión en los Llanos” (en Tama, Malanzán y Patquía en 2012) y “Socios por accidente” (en 2016 en Arauco y Chilecito).

“Hay provincias que se relacionan directamente con el vino como Mendoza y San Juan, pero también es bueno saber que esa ruta del vino se amplía y que hay vinos espectaculares como los que vimos en Chañarmuyo”, reflexiona Farji, “entonces, no solamente se abre el panorama, se conoce que también hay cine en La Rioja, y desde la pantalla grande se puede relacionar a La Rioja con la industria del vino”. En esto coincide Henry Chirino, desde el hotel de la finca: “Con la película se da a conocer la parte vitivinícola de la provincia y se amplía el conocimiento de la gente sobre la ruta vino en el país, aún cuando en Chañarmuyo venimos de ganar una medalla de oro por nuestro Gran Vino Malbec 2017 en Francia”.

Poner en pantalla la belleza de los paisajes riojanos y fortalecer el sector audiovisual de la provincia son dos de las misiones de la Film Commission que se creó junto a la Dirección de Cine en 2020. “Tiene como objetivo principal ofrecer a la provincia como escenario cinematográfico y atraer producciones nacionales e  internacionales vinculándolas con profesionales y empresas provinciales. De esa manera se fortalece la industria audiovisual local, permitiendo el desarrollo económico en nuestro territorio, impactando directamente en la generación de empleo y la contratación de servicios, alquileres, impuestos, e indirectamente en hotelería, gastronomía, infraestructura y otras actividades económicas”, explica Estrabou.“Creo fervientemente en que Argentina tiene que tener una política de mucho incentivo justamente para la industria audiovisual federal. Desde lo ideológico, me parece que está bueno filmar películas que muestren el país en su vastedad, sus distintas geografías, la gente. Creo que hay que hacer co producciones entre las provincias”, afirma Farji.

Aplicando protocolos de distanciamiento y uso de barbijos, Farji se encuentra actualmente trabajando en el montaje de la película junto a la editora y espera que la película pueda estrenarse en agosto o septiembre de este año, cuando estiman mayores aperturas de salas y una naturalización de los cuidados por parte de los espectadores.

Desde la Dirección de Cine, mientras tanto, avanzan con el proyecto de ley provincial de cine y se encuentran buscando formas de incentivos fiscales, descuentos en servicios de logística y créditos blandos para la compra de equipamiento especial de filmación para el sector audiovisual local. “Se ha trabajado con la comunidad audiovisual de manera sostenida para profesionalizar el sector para generar puestos de trabajo genuino, como así también con actores y actrices para conformar los elencos artísticos”, sostienen desde el área.

A pesar del gran impacto negativo que significó para la industria cinematográfica, las y los trabajadores del sector supieron moverse rápidamente para colaborar en la elaboración de protocolos y reanudar su actividad. El primer éxito nacional se dio en La Rioja y todos esperan que ese sea el puntapié para alcanzar el sueño de una industria audiovisual pujante en la provincia.

Completan el elenco Liz Solari, Michel Noher, Campi, Celina Font, Matías Desiderio, con una participación especial de Gabriel Corrado; en tanto que la producción corrió a cargo de Zoelle, RGB, HVGS, Octavio Nadal, Gustavo Yankelevich, Carlos Mentasti, Fernando Sokolowicz, Carlos Harwicz y Picasso Films. Riojanxs: Rodrigo Maciel (jefe de producción), Carolina Donaire (asistente de producción), Camila Carrion (asistente de arte),Ronan Barrionuevo (video assist), Marcelo Simonetti (operador de dron) y Martín Ptasik.

  • Fotografías del backstage gentileza de la producción (Ronan Barrionuevo).

*Periodista y realizador audiovisual riojano, desde La Plata