¿Cómo se habla del hecho literario en La Rioja? ¿Cómo se habla de nuestra literatura, si es que hay una? ¿Qué ocurre con quienes escriben y qué ocurre con quienes leen?             


Llevo más de 30 años trabajando en áreas de Cultura de la Municipalidad, desde diversos y “extraños” cargos: Directora de Letras, coordinadora de Cultura Literaria (¿), Patrimonio Literario…y todas las formas posibles que las diferentes autoridades pensaron podría funcionar. Coordino también Talleres de creación literaria y de corrección de textos, y escribo.

Yo siempre la tuve clara en estos  más de 30 años, pero no fue posible que uno, aunque sea, de los tantos proyectos  realizados quedara firme. Creé diferentes colecciones de impulso a nuevos autores: Huayrapuca, Contra el viento, Detrás de la niebla, Los papeles que nunca nos unieron…de publicación mensual. Organicé diferentes concursos: El pueblo ya sabe de qué se trata, Cuentos perturbados, Tengo poco por decir, La breve palabra alucinada, Febrero chayer. Lancé la primera feria de literatura infantil y juvenil, Letra chica. Y podría seguir pero no tendría mucho sentido. Esta breve presentación quizá sirva para demostrar que puedo abordar el tema desde un conocimiento real y no una simple postura.

Nuestra provincia tiene un par de nombres que constantemente aparecen cuando se habla de referentes literarios, y sus méritos son absolutamente reconocibles. Pero todos esos nombres son eso hoy, nombres y obra, que reconocemos y aplaudimos pero que no hacen el “hoy”de nuestra literatura…porque están muertos. ( a veces tengo una duda  muy ligada a la mala intención, y es que hablando de quienes ya no escriben porque no pueden hacerlo, les quito espacio a los que sí hoy, escriben. Y quitar espacio es no reconocerlos…pero esa también es otra duda ligada a mi mala intención)

Vuelvo entonces a una de las preguntas iniciales:  ¿qué ocurre con quienes escriben hoy en nuestra provincia?

¿Qué espacios se abren para convocarlos? ¿qué posibilidades tienen de promocionar sus obras y de llegar a otros mercados? ¿existe un mercado real o solamente circula lo que se regala? Para ser escritor hace falta (entre otras muchas cosas) un lector. Se puede afirmar que existen lectores de nuestra literatura? Se consume lo que se publica? Nuestras librerías venden literatura riojana?

Lo que nos toca

Épocas de oro, iluminados, transgresores, rupturas, no sabremos nunca quizá, de qué manera seremos catalogados en el futuro… pero como escritores tenemos muchos compromisos éticos con la palabra que sí o sí deberíamos respetar. Esto no significa censura, pero de manera sencilla no toca el que tiene ganas sino el que sabe tocar.

Considero que  la buena crítica es tanto o más necesaria que las posibilidades de publicar. La palabra impresa queda…la palabra impresa marca y señala. Muestra quiénes somos…¿muestra quiénes somos? Entonces…somos capaces de resistir la crítica? Nos sometemos a ella de manera genuina? O creamos un círculo de alabanzas en el que todo es valioso y publicable?

En la medida que aceptemos que escribir es un oficio y no un pasatiempo, estaremos dando un paso importante. Porque ese es otro de los graves problemas de nuestra literatura…y los oficios requieren de mucho trabajo y constancia. Además de respeto.