Reabrió la Escuela Municipal de Circo. Una excelente noticia para quienes quieran incursionar o perfeccionarse en esta disciplina a un precio accesible. En qué consiste la actividad, qué beneficios aporta a quienes la practican y cómo inscribirse, te lo contamos en esta nota.


Es un jueves por la siesta. Llegamos a la Vieja Estación para la entrevista pautada. No hay nadie en el pasillo así que seguimos hasta el galpón. Miramos de reojo a la clase que ya está en desarrollo: pequeños y pequeñas saltan, juegan, cuelgan de las cintas, hacen tumba carnero sobre las colchonetas. La energía del lugar es hermosa. Hay aprendizaje y hay disfrute.

Esto no fue así siempre, no sólo por la pandemia y sus restricciones sino porque la escuela de circo que alguna vez funcionó en el Galpón había dejado de funcionar. 

Sin docentes y sin elementos. Así se encontraba la Escuela Municipal de Circo cuando la Academia Espacio Aéreo, a cargo de Brenda Vega, se quedaba sin un espacio físico donde funcionar.

Ese fue el punto de encuentro entre el Estado municipal y una institución privada; y fue también el detonante de un convenio de colaboración que permitió reabrir la Escuela Municipal de Circo en Agosto de 2021.

Tod@s podemos aprender circo

Actualmente concurren a la escuela más de 60 personas a partir de los 6 años de edad.

“Tenemos identificados dos tipos de personas: las que llegan por Hobby, por curiosidad, por hacer alguna actividad divertida. Y las que llegan para perfeccionarse como artistas o competidores”, -cuenta Brenda Vega, directora de la Escuela Municipal de Circo y de la Academia Espacio Aéreo-”Nosotros ya veníamos preparando a nuestros alumnos desde la academia, para que puedan competir, hacer muestras y espectáculos; y convertir esto en su modo de vida”.

La escuela Municipal de Circo enseña disciplinas terrestres y aéreas. Foto: Puente Alado

Aclara también que para asistir se necesita un certificado de buena salud, como cuando se practica cualquier actividad física. “Aquí viene gente con sobrepeso, con sedentarismo de muchos años y aun así se puede practicar esta disciplina”.

¿Y los riesgos? Existen como en todas las actividades, aunque remarca que los profes se capacitan para cuidar a los alumnos y para dar seguridad aérea: “que las colchonetas y la seguridad en el suelo sea óptima, tanto como para colgar los elementos”.

No hay límite de edad para concurrir a la Escuela. Aprenden acrobacias aéreas en telas, en trapecio y en aro; y próximamente se incorporarán cubos, cintas y otros elementos colgantes.

De a poco van reconstruyendo la escuela, ya que por la pandemia, es necesario colgar más estructuras de las que había antes. 

La capacidad es de 20 alumnos por clase, por cada grupo. Simultáneamente a las disciplinas aéreas, otro grupo practica disciplinas de suelo, malabares, acrobacias de piso, danza, teatro. Todo eso como un complemento del circo.

El circo que transforma

La actividad circense tiene múltiples beneficios. Foto: Puente Alado

Vega tiene varios proyectos de investigación que la llevan a esa conclusión. “Los niños adquieren herramientas para desarrollar capacidades motrices que creen que no tienen y que no las van a desarrollar nunca. Les da otra actitud ante la vida, más confianza en sí mismos, su forma de hablar y conectar con otra gente es distinta. Los niños llegan introvertidos y salen contando lo que sienten”.

La docente afirma que en el arte es frecuente ver que aflora más el ego que el compañerismo pero que “en esta actividad que es individual en muchas aristas, el ambiente del circo es puro compañerismo. Es crecer con mis compañeros”.

 

Amar lo que hacemos

Brenda tenía 21 años cuando se encontró con el circo.

Lo que más le impactó fueron las acrobacias aéreas. La tela fue su primer amor. 

Cada asistente trabaja con elementos individuales. Foto: Puente Alado

Comenzó con eso hace 8 años en la academia de su hermana (quien se inició en el Circo Azul y actualmente vive en Egipto). Se preparó para competencias y, luego de haber ganado varias a nivel provincial y nacional, se dedicó a estudiar para enseñar. 

“Mucha gente apunta a tener un trabajo seguro para ganarse la vida, aunque tengas que estar muchas horas sentado haciendo lo que no te gusta. Para mi lo importante es que no me pese ir a trabajar. Si me tengo que levantar a las siete de la mañana para venir a dar clases o a abrir el galpón, me levanto con gusto. Me encanta, me apasiona y me cambió la vida. Tengo un trabajo que disfruto”, reflexiona mientras los ojos se le inundan de emoción.

El convenio

El convenio firmado entre el Municipio Capital y la Academia Espacio Aéreo le da un marco legal a este acuerdo. “Siempre se confundió a la Escuela Municipal de Circo con el Circo azul, que era un emprendimiento privado. Entonces, para que no suceda lo mismo y evitar especulaciones, decidimos darle toda la transparencia posible. Además se ordenó administrativamente el área a la que pertenece la escuela que es la educación no formal. Eso nos va a permitir hacer una mejor gestión”, explica la subsecretaria de Cultura Municipal, Yésica Rezinovsky.

Brenda Vega junto a parte del equipo docente de la Escuela de Circo Municipal. Foto: Puente Alado

“El espacio físico está disponible y los elementos también. Hay un inventario y hay un perfil de escuela pensado con los docentes de danza, de acrobacias aéreas y de gimnasia: vamos a formar en los distintos niveles. Así surge la planificación para este último trimestre y para el año que viene. Es muy importante gestionar un presupuesto acorde a los objetivos”, explica la directora de la Escuela Municipal de Circo, Brenda Vega.

 

 

Informes e Inscripciones:

Si te interesa inscribirte en la Escuela, podés hacerlo en las oficinas de la Vieja Estación, de lunes a jueves de 15 a 19 horas.

Los horarios de clases son martes y jueves:

De 15 a 16.30 hs. (de 6 a 8 años)

De 16.30 a 18 hs. (de 9 a 12 años)

De 18 a 19.30 hs. (juvenil y adultos desde los 13 años)

Aranceles:

400 pesos la inscripción y 600 pesos la cuota mensual.