Con la voz, interpretación y actuación de más de 100 mujeres, la Feria del Libro de La Rioja 2020 puso en escena una inédita producción musical y audiovisual de la emblemática obra de Ramón Navarro y David Gatica que ilustra la riojanidad. Cómo se vió y qué significa para el arte provincial esta reedición.


«Esta vez a la historia la contaron y cantaron las mujeres» dijo la joven cantora Belén Perea, una de las tantas voces de esta iniciativa llamada «Con nombre y apellido», que se estrenó virtualmente el pasado 5 de noviembre en la apertura de la Feria del Libro 2020.

El sentir de Belén es el de muchas artistas que fueron convocadas para ponerle el cuerpo y la voz, literal, a la obra que en mayo cumplió 35 años desde su estreno. La Cantata que cuenta la historia de nuestra tierra es uno de los grandes símbolos del patrimonio cultural de la provincia y siempre, desde su nacimiento en 1985, fue cantada y ejecutada por varones.

La obra está inspirada en el libro “La Ciudad de Los Naranjos” del reconocido escritor y constitucionalista Ricardo Mercado Luna, que escribió mientras estuvo preso de la última dictadura militar. La obra cita los hitos históricos y culturales más importantes de la provincia, a grandes personajes de la música y la literatura, con un análisis político y social. El reparto de la tierra, el agua, los caudillos y habitantes originarios del pueblo riojano son parte de estas canciones.

Participaron reconocidas artistas de la cultura provincial: 85 personas entre las 42 cantantes, 22 instrumentistas, más de 10 actrices, más de diez 10 bailarinas, sumadas técnicas y productoras explicaron desde la secretaría.“En lo personal significó una gran responsabilidad, de llevar adelante una obra tan emblemática y sentida para los riojanos y riojanas, y para la música riojana en sí misma. Creo que la cantata riojana es uno de los pilares que sostiene el decir de la música riojana”, agrega Belén.

Hulda Estrabou

“Desde lo personal fue algo muy importante porque yo la vi nacer a La Cantata, estuve en el estreno y es una obra casi familiar porque es de mi tío hermoso Ramón Navarro, a quien admiro y de quien me considero su seguidora, y de su gran amigo a quien quiero mucho también, David Gática”, dijo la guitarrista Hulda Estrabou.

Hulda viene trabajando desde hace años para esta obra que recién vio la luz este año. Junto a Yanina Contreras, otra de las guitarristas, el bajo y la percusión, grabó las bases de casi todas las canciones hace cuatro años aproximadamente. “Este proyecto fue un sueño que quedó suspendido en el tiempo y dijimos “bueno alguna vez se va a realizar”. Y se concretó de una manera muy bella por la participación de tantas mujeres. Estar presente toda la obra y poder observar y acompañar a tantas cantantes talentosas que tenemos en La Rioja y en el interior de la provincia, fue maravilloso”.

Virginia Mazzini

“Es un honor para mí participar en la cantata riojana aún sin ser riojana. Poéticamente y musicalmente es una obra en la que cualquier artista quiere participar porque es muy potente, muy poderosa, muy decidor y muy de vanguardia”, dice Virginia Mazzini, otra de las cantoras que estuvo presente.

De origen cordobés, Virginia es sin embargo riojana por elección y su trabajo cultural hace mucho está en la provincia a través de distintos roles y espacios. “Yo vi la cantata por primera vez cuando se presentó y quedé maravillada con la poesía y la musicalidad, realmente se me grabó desde ese día y después la escuchaba frecuentemente, tan es así que me la sé de memoria todas las canciones de tanto escucharla”.

MUJERES MÚSICAS

Si bien esta idea empezó a gestarse hace cuatro años, algunas de las participantes coinciden en destacar la existencia del Colectivo de Músicas Riojanas (CMR) como motor que impulsa la participación de trabajadoras de esta disciplina en distintos espacios del quehacer cultural.

Belén Perea

“Para mí significó una gran alegría porque a pesar de la virtualidad fue un espacio de encuentro con un montón de mujeres con las que nos estamos encontrando en diferentes construcciones colectivas, en donde hemos aprendido a abrazar la música de la otra como si fuera propia”, rescata Belén Perea.

También Virginia Mazzini, integrante del CMR y funcionaria, lo ve como un logro colectivo y del movimiento. “Al comienzo de la gestión hablamos con Luis Chazarreta de empezar a darle un poco más de de manija al tema de género y la onda era empezar a potencializarlo”.

El CMR está integrado por docentes y artistas de Capital y el resto de los departamentos. Una de las primeras acciones como grupo fue a principio de este año reclamando que se respete el cupo en la grilla de los festivales de la Provincia.

“Todas las que participaron lo hicieron con la mayor entrega, con mucho profesionalismo. Estoy orgullosa profundamente de las mujeres músicas de La Rioja que han puesto todo lo que hay que poner, y también felicitar a las que no son músicas, bailarinas, actrices”, destaca Hulda.

También Chazarreta cree en la potencia de esta obra interpretada por mujeres. “Como artista riojano celebro esta ventana que el Estado abre para potenciar la presencia de la mujer en todos los ámbitos y en el caso particular de esta obra, donde las chicas solo habían tenido esporádicas apariciones en una versión de hace 20 años más o menos, en un coro dirigido por Camilo Matta”.

En la obra convergen varias disciplinas y también generaciones de cantoras de la provincia: “todas aunadas en el propósito de mostrar que ésta es la voz y el decir de las riojanas, con nuestras instrumentistas, nuestras actrices, docentes, artistas plásticas, bailarinas, audiovisualistas y gestoras culturales que colaboraron en la coordinación”, dice el director de Música de la secretaría.

LA OBRA

“Siempre hablamos con compañeras que la versión más difundida de la obra fue por cierto, la original hecha por varones, y por lo tanto en tesituras de tonalidades acordes para ser cantada por hombres. Hace cuatro años más o menos comencé a grabar algunos bosquejos transportados a las tonalidades donde pudieran cantar cómodamente mujeres”, explica Chazarreta, responsable de la Dirección de Música de la secretaría de Culturas y uno de los mentores de esta iniciativa.

Mariana Alcaraz y Carla Navarro

“Creo que será, a 35 años de su estreno, una reválida en la escucha popular para la obra, y un mojón histórico, donde en un contexto plagado de arbitrariedades sembradas a lo largo del tiempo en su contra, las mujeres riojanas dijeron ´aquí estamos y aquí nos quedamos, resignificándolo todo, y  ganándonos  para siempre, el merecido respeto sin claudicaciones de ocasión´”, consideró Chazarreta.

La obra de Navarro y Gatica fue reconocida muchas veces, no sólo en La Rioja sino en trece provincias argentinas. Fue replicada en importantes teatros porteños como el San Martín, el Cervantes y el Colón. En el 2015 desde la Universidad Nacional de La Rioja le rindieron homenaje a los intérpretes originales y reeditaron la obra en la Sala Académica. Cinco años después y con la rareza de la virtualidad impuesta por la pandemia, pudo escucharse de nuevo desde el Teatro Provincial Víctor María Cáceres.

“La propuesta de la Cantata Riojana interpretada enteramente por mujeres a través del canto, la música, la actuación, la danza, la estética visual, y la producción general, se sostiene en una decisión política del Gobierno de La Rioja de accionar con inclusión, diversidad y respeto en una gestión que promueve estos valores”, dijeron desde la secretaría a cargo de Patricia Herrera.

“La Cantata Riojana no tiene dueños con apellido de hombre, ni es potestad masculina apoderarse de una obra artística”, explica el director de Música sobre el nombre del espectáculo que es una contraposición a parte del texto de “Las Madres Aborígenes”, donde dice que las mujeres son “sin nombre ni apellido”. “Esta es una oportunidad para que la mujer pueda plantear su mirada, su visión de la historia”, destaca Chazarreta.

LOGÍSTICA 

La obra fue estrenada el pasado jueves 5 de noviembre como frutilla del postre en la apertura de la Feria, que por primera vez se realiza enteramente virtual debido a la pandemia. Chazarreta está vinculado a la Cantata Riojana desde hace muchos años, fue parte de la creación, hizo arreglos musicales y técnicos y fue testigo de la gira mundial de la obra.

“Fue un tremendo trabajo de coordinación que tuve el gusto de compartir junto a mis compañeros de la Dirección de Música, para tejer por correos, whatsapp, llamadas, videitos, todo lo que cada una de las artistas debía aportar en su participación para el montaje de todo del espectáculo”, explicó el director de Música.

La coordinación audiovisual estuvo a cargo de Ernesto Tineo, director General de Contenido Audiovisual del Gobierno junto al equipo de la Dirección de Cine del Ministerio de Turismo y Culturas, quien paralelamente trabajó junto a realizadoras de la imagen especialmente convocadas para realizar los videoclips de los 12 temas que integran la Cantata.

La estética visual de la obra fue elaborada por mujeres artistas visuales, bajo la dirección de Diana Guzmán, que la define como una propuesta artística-poética con mirada colaborativa, de construcción colectiva y con perspectiva de género intergeneracional «que vino a cuestionar, a criticar, a construir, a defender y a pensarlo todo nuevamente».

Si bien el estreno se hizo en la Feria, desde el Gobierno no descartan una presentación presencial con la obra terminada. «Imagino el día que la podamos hacer en vivo con todos los bailarines, con imágenes, me imagino que sería un show impresionante y nos quedaría como broche de oro cerrar esta obra de esa manera presencial», consideró Hulda.

No caben dudas que el movimiento de mujeres irrumpe en todos los escenarios, y nunca mejor dicho en este caso. A la historia la cantan y la cuentan las mujeres, quizá el próximo desafío sea que también la escribamos nosotras.