Seguimos esta gira por La Rioja que nos tiene recorriendo la provincia. En este cuarto capítulo de la serie fuimos a conocer el punto más alto al que se puede llegar: visitamos el departamento Vinchina para ascender los 5500 metros al Cráter Corona del Inca.


A 345 km de la ciudad de La Rioja se encuentra Villa San José de Vinchina, el último punto de la provincia que cuenta en su territorio con parte de la Cordillera de los Andes. Hasta el siglo XX esta zona era el paso obligado de arrieros que trasladaban a pie el ganado hasta Chile. Hoy se convirtió en una de las atracciones más extremas para visitar en la provincia.

Parque arqueólogico Las Estrellas, Dpto. Vinchina. Foto: Fernando Giannoni

Vinchina es un departamento de gran extensión, el segundo más grande y presenta varios atractivos naturales y culturales. Comenzamos nuestro recorrido en el Parque Arqueológico de las Estrellas. Estos dibujos hechos con piedras pertenecerían a una cultura aborigen que habitó esta zona antes de Colón. Son geoglifos de piedras de colores rojo, blanco y gris oscuro, que fueron apiladas y ordenadas para formar estrellas de entre 10 y 12 metros. Está en duda si pertenecerían a los diaguitas, capayanes o a la cultura aguada. Podría ser que además distintos grupos lo hayan resignificado a lo largo del tiempo. Las estrellas podrían haber sido construidas como parte de un ritual relacionado con las cosechas y el calendario agrícola o como parte de ceremonias de fertilidad.

En el Parque se pueden ver dos estrellas, pero también se encontraron otras de similares características en la zona del valle y la montaña. Aunque con el pasar de los años estas formas se perdieron, se pudo investigar para ser reconstruida como parte de un plan provincial para darle valor al patrimonio cultural. Y se construyó un centro de interpretación que sirva de espacio educativo sobre este sitio arqueológico para preservar este valioso testimonio de los nativos que vivieron en esta región.

Camino a la Cordillera

El camino hacia la Cordillera es otra aventura en sí, la montaña parece cambiar cada metro. Atravesamos el corredor terracota obligado en nuestra ruta: la Quebrada de la Troya, un paisaje lunar silencioso que bordea el río del mismo nombre. 

Laderas acostadas producto de millones de años de presión entre la recién nacida Cordillera y el Famatina le dieron este aspecto de acordeón inclinado donde se observan huellas fosilizadas de animales extintos como un cuadro con relieve en la piedra y otras geoformas como la pirámide, el anfiteatro, entre otras. Este lugar merece un paseo y es posible adentrarse en caminatas con guías y conocer el bosque petrificado, las cuevas y otras marcas de animales de otros tiempos.

Los paisajes de este recorrido, son dignos de admirar. Foto: Fernando Giannoni

Luego de mirar y admirar las formaciones de la Troya seguimos viaje cada vez subiendo metros de altura sobre el nivel del mar. La presión comienza a hacerse sentir, la falta de oxígeno te avisa que ahí vos ya no mandas sobre tu cuerpo, que es necesario moverse despacio, caminar tranquilo y respirar profundo. Pero el paisaje majestuoso de las montañas, los animales andinos que aparecen como vicuñas y guanacos, los flamencos de la Laguna Brava, los picos nevados, la nieve cegadora que invita a una fiesta en las retinas hacen que valga cada paso de esta aventura extrema. Todos lo dicen: no hay palabras para expresar la belleza de recorrer la Cordillera de los Andes. 

Corona del Inca, un paisaje de ensueño en La Rioja. Foto: Fernando Giannoni

El cráter Corona del Inca es nuestro objetivo final. Es una excursión que requiere de preparación, asistencia y guías capacitados para sortear cualquier inconveniente a 5500 msnm en una de las áreas más distantes de la provincia. La altura y la falta de oxígeno me jugó una mala pasada, pero ahí estaba nuestro guía Ariel Varas para asistirme con oxígeno y para que pudiera cumplir mi meta: sentarme a orillas del lago formado por deshielos en el cráter extinto del volcán Corona del Inca, mi primera vez aquí. No encuentro en el diccionario las palabras que describan lo mejor posible ese paisaje de cuadro, esa belleza etérea que te obliga a meditar sobre nuestra insignificancia ante la infinidad del entorno. Solo el aire frío que te golpea te saca del trance. No, no es un sueño, es la Cordillera riojana, tan extrema como fascinante.

Viajá con nosotros en el Capítulo 4 de la serie “de gira por La Rioja”

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Mirá aquí el  Capítulo 4 de Vinchina y la Cordillera riojana