El mundo de Adriana Petrigliano respira poesía. Cada paso que se marca por su casa sirve para atestiguar que la vida de esta escritora está atravesada por la palabra. A días de editar su primer libro de poemas, nos abrió las puertas para contarnos de su oficio, pasiones, busquedas y talleres.   

Escribe  Antonella Sánchez Maltese – PUENTE ALADO                          04/06/16


La herencia familiar determinó su vida. Se crió escuchando y corrigiendo los cuentos de su madre escritora, y así fue como la literatura se coló en su camino.

Mirando en perspectiva, Adriana puede asegurar hoy que la palabra es la levadura de un oficio que tanto ama. Y aunque no imagina su vida sin poesía, se permite dudar: “No se puede ser absolutamente feliz para ser poeta u escritora. Cuando uno es feliz, dice una amiga muy querida, se ocupa de eso, de ser feliz, no de escribir”.

Raíces repartidas

Adriana nació en Buenos Aires, y unas vacaciones de verano la ligaron para siempre con La Rioja. Lejos de acobardarla, el amenazante calor de enero terminó por enamorarla y eligió el norte para vivir, aunque hasta hoy se confiesa de “raíces repartidas”.           

A menudo vuelve a su querido Buenos Aires, donde se conecta con aquel inmenso mundo literario que alberga la ciudad de las luces.

En la actualidad trabaja en Cultura del municipio y, en su casa o “delivery” (si la convocan) coordina talleres literarios que se convirtieron en un emblema para quienes deciden volcarse al arte de las letras.     

A cada paso, poesía.

La última mudanza de casa le legó una biblioteca “desordenada”, de donde desaparecieron los estantes de “autores riojanos” o “latinoamericanos”. “La armaron mis hijos, porque me mudé en un momento de enfermedad”, se excusa entre risas por la ausencia del orden en su biblioteca más visible. 

Su casa, donde dicta también los talleres, presume de muchas luces, colores cálidos, decenas de libros, y en una esquina reposando, los “susurradores”.

“Es un momento que genera una intimidad muy particular con el otro”, explica sobre aquella acción que ella misma se inventó para susurrar poesías al oído, a través de un cono especialmente decorado. 

“Los días sobre mí”

Después de 21 años dedicados a la escritura, el próximo 3 de julio Adriana Petrigliano por primera vez presentará un libro que llevará su firma.

“Los días sobre mi” fue editado a través de la Ley del Libro, esa herramienta de la cual ella misma se confiesa crítica: “Yo resistía mucho la ley porque considero que alguna selección debe haber, pero es muy difícil el camino de la edición y no voy a dejar pasar la oportunidad que tenemos en La Rioja, finalmente edité por ley del libro”.

Su primer trabajo impreso reúne poesías especialmente seleccionadas, y “necesarias” para esta etapa de su vida. “Los días sobre mí”, poema que da nombre al libro, ahonda sobre la muerte de sus padres. Aquel hecho tan “doloroso” fue sin embargo un punto de partida y llegada. El mismo que le disparó un sentimiento políticamente incorrecto, por tratarse de la muerte: “una revolución fabulosa”, describe.

Esta provincia no mezquina reconocimiento al talento. Hoy no caben dudas de que esta escritora porteña se convirtió en sinónimo de la poesía y la literatura en La Rioja. Y sus talleres, en un cálido refugio para versados y novatos escribas.

Te invitamos a recorrer la vida y poesía de Adriana Petrigliano.